miércoles, 30 de octubre de 2013

La obsesión con las iglesias armenias

Por Raffi Bedrosyan

Cuando alguien visita Armenia por primera vez, el itinerario del tour invariablemente incluye una multitud de iglesias y monasterios. La Armenia moderna es la tierra de las iglesias.

La Histórica Armenia en Anatolia era también una tierra de iglesias, con casi 4.000 iglesias y monasterios. La región del Lago Van tan solo tenía más de 300 iglesias. La antigua ciudad de Ani, apodada la ciudad de 1001 iglesias, contenía 40 iglesias.

Estamos orgullosos de nuestras iglesias, impresionados por su arquitectónica belleza e intrincadas técnicas de construcción; sorprendidos por su localización encaramada en inaccesibles montañas.
Por otra parte, esta obsesión con las iglesias, cuando se combina con nuestra historia trágica, me hace preguntar: "Ojalá tuviéramos menos iglesias para visitar y en cambio, muchos más monumentos de Victoria como Sardarabad. Ojalá nuestros reyes armenios, príncipes, líderes políticos y notables ricos en el pasado hubieran dado menos tiempo, talento, recursos y dinero a estas iglesias y, por el contrario, más a las fortificaciones y defensas de nuestras tierras y territorios".

Cuando uno se adentra más en las razones históricas de porqué estas iglesias se construyeron, es evidente que no necesariamente están diseñados para satisfacer las necesidades religiosas de la población, sino para traer gloria al benefactor y tal vez para ayudarle "en el cielo".
A lo largo de la historia, nuestros líderes religiosos han condicionado a los benefactores de que no hay mejor manera de servir a Dios, Jesucristo y al pueblo armenio que construir otra iglesia. Por lo tanto, independientemente de las realidades y los trastornos políticos, económicos o sociales, los armenios han continuado construyendo iglesias en Armenia, tanto en la histórica como en la moderna, así como en todos los rincones del mundo, muchas veces sin tener en cuenta otras necesidades y prioridades.
Este ha sido el caso en los reinos medievales armenios de la Armenia histórica, continuando en Cilicia y en la Anatolia oriental hasta 1915, y luego en la diáspora y ahora en la moderna Armenia moderna. 
La tradición continúa en la actualidad. Cuando las generaciones futuras miren hacia atrás, hacia nuestra historia actual de 22 años de edad, Armenia y los armenios de la diáspora verán los retos que fueron establecer un nuevo país de las ruinas del imperio soviético, al mismo tiempo que se luchaba contra la mortal guerra de Karabaj; verán las fronteras cerradas y el bloqueo económico de Turquía y Azerbaiyán, atendiendo simultáneamente el desastroso terremoto de 1989 y, más críticamente, verán la despoblación de Armenia debido a la falta de empleo y oportunidades de inversión. 
Y, sin embargo, a pesar de estas tareas monumentales, verán también muestras de las grandes actividades edilicias de iglesias, tanto en Armenia como en la Diáspora. 
En 1997, en medio de las necesidades urgentes para reconstruir Armenia, arrasada por el terremoto y un Karabaj destruido por la guerra, los armenios encontraron fondos para construir la Catedral San Gregorio iluminador en Ereván.

En 2001, los armenios de la diáspora en Los Ángeles empezaron la construcción de una enorme catedral, mientras que hubo y hay escaso dinero para mantener abiertas las escuelas armenias.

En 2011, un rico donó los fondos para construir la Catedral de San Hovhannes en Abovyan, mientras que la hambrienta población local casi ha vaciado la ciudad.

Apenas el mes pasado, los adinerados armenios de Rusia abrieron una nueva y vasta catedral de Moscú.

El Catolicosado de Echmiadzin se ha convertido en un Estado dentro del Estado, en un complejo como el Vaticano en continua expansión con nuevos edificios.
El gasto total en estas grandes iglesias, así como en varios otros proyectos de iglesias más pequeñas, fácilmente supera los USD200 millones.
Estos proyectos no se financian de fuentes generadoras de ingresos o presupuestos ordinarios, sino de significativas donaciones de benefactores, en su mayoría procedentes de la diáspora. Ellos no generarán ningún ingreso o producto, pero crearán una continua necesidad de donaciones adicionales para mantenimiento y conservación.

Uno se pregunta si estas donaciones podrían ser utilizadas para proyectos más valiosos, como ayudar a los armenios a permanecer en Armenia o ayudando a los armenios permanecer armenios en la diáspora. Parece haber una creencia ampliamente aceptada de que ni el gobierno ni la iglesia están en contacto con las preocupaciones y necesidades de la gente común. Durante una reciente audiencia privada con el Catholicos, se le preguntó qué puede hacer la iglesia para mantener nuestra juventud más interesados en la Iglesia Armenia y más cercana a sus raíces armenias. Su respuesta fue cortante: "Eso lo debe hacer la casa y la escuela".

El muy esperado Sínodo de los obispos, reunidos el mes pasado por primera vez en 600 años, no produjo ninguna resolución tangible para abordar las preocupaciones comunes de los armenios, sea de Armenia o en la diáspora. La mayoría de los benefactores no quieren o no confían en invertir en Armenia debido al temor de que la corrupción y los sobornos que pide el gobierno hagan su inversión inútil y, por lo tanto, no genere beneficios económicos para sí mismos ni ayuden a la población armenia.

A menos que el gobierno tome medidas concretas para cambiar la válida percepción que las inversiones sólo terminan en manos de los ricos de turno que gobiernan, no habrá mucha participación en el crecimiento económico que tanto necesita desesperadamente Armenia y que es esencial para impedir que los armenios dejen Armenia.

Mientras tanto, los líderes de la iglesia sólo continúan predicando el convincente, probado y verdadero argumento de que la donación más beneficiosa que un benefactor puede hacer por sí mismo y por su familia, es la que está dando a la iglesia.

Por supuesto, existen proyectos de construcción y restauración de iglesia verdaderamente válidos, con beneficios estratégicos e importantes para todos los armenios. Un ejemplo es la restauración de la iglesia Ghazantchetsots en Shushi, llevado a cabo inmediatamente después de la guerra de Karabaj. Durante la guerra, los azeríes controlaban Shushi y habían utilizado esta histórica iglesia como un depósito de armas y centro militar, mientras que bombardeaban continuamente Stepanakert, abajo, en el valle. Su razonamiento era que los armenios nunca atacarían a su propia iglesia. Cuando los comandos armenios entraron victoriosamente Shushi en mayo de 1992 encontraron la iglesia en ruinas, quemada, profanada y lleno de excrementos humanos. Hoy en día, es un símbolo de la victoria contra todo pronóstico.
El otro proyecto de restauración crítica es la reconstrucción total de la iglesia Surp Giragos Diyarbakir/Dikranagerd en Turquía en 2011, siendo la primera vez que una Iglesia Armenia era restaurado como Iglesia Armenia en la histórica Armenia tras ser destruida en 1915. Este proyecto es estratégicamente significativo por una serie de razones:

En primer lugar, la iglesia restaurada se convirtió en una prueba concreta en contra de la versión estatal negacionista de la historia del gobierno de Turquía, lo que demuestra que había una gran presencia armenia en Anatolia antes de 1915.

En segundo lugar, se convirtió de inmediato en un centro religioso y cultural, ayudando a la población turca y kurda de Turquía a entender la realidad de 1915, a través de eventos de prensa, conferencias y conciertos.

En tercer lugar, la Fundación que restauró la iglesia inició el proceso para recuperar las propiedades pertenecientes a la iglesia confiscados después de 1915, con varias propiedades ya aseguradas a través de las negociaciones y los tribunales, por primera vez desde 1915.

En cuarto lugar, la iglesia se convirtió en un salón memorial del genocidio, atrayendo anualmente a decenas de miles de visitantes armenios de la diáspora y Armenia, ayudando a iniciar un diálogo y una mejor relación con los kurdos y turcos que han enfrentado las verdades históricas de 1915 y ahora exigen a su gobierno que también lo haga.

Por último pero no menos importante, el resultado más significativo de la restauración de esta iglesia ha sido el surgimiento de los armenios ocultos. Armenios islamizados han comenzado a 'salir', visitando y orando en la iglesia, siendo bautizados, participando en cursos de lengua armenia, ayudando a construir un museo de lo armenio en el predio de la iglesia, contribuyendo a la seguridad y a la administración de la iglesia, exigiendo aceptación de su verdadera identidad por parte del gobierno y así sucesivamente. La iglesia actúa como un imán para estas personas, con más de cien personas que la visitan diariamente en promedio, venidos de toda Anatolia, no sólo de Diyarbakir, tratando de encontrar sus raíces armenias.
Nuevas iniciativas en curso para restaurar y recuperar otras iglesias y monasterios armenios destruidos en la Armenia histórica ayudará a acelerar todos estos resultados.
En conclusión, es mi sincera esperanza de que los futuros líderes del gobierno y de la iglesia, así como los futuros benefactores, decidan más sabiamente en qué proyectos invertir, dando una mayor prioridad a las necesidades y deseos del pueblo armenio que a las suyas propias.

http://feedly.com/k/1gZVHjk

Publicado el miércoles 23 de octubre 2013 en Armenian Reporter y traducido por Klaus Lange Hazarian al español en exclusiva para SoyArmenio.com

martes, 29 de octubre de 2013

Paseo Los Ilustres 1956

¿Qué hicieron esos joroperos?

Oscar Yanes

En los tiempos de la Colonia, las autoridades prohibieron el joropo por considerarlo deshonesto. Don Luis Francisco de Castellanos, mariscal de campo, gobernador y capitán general de la Capitanía de Venezuela decidió prohibir el llamado joropo escobillado “advirtiendo que los que se atrevieren a transgredir esa ordenanza sufrirán vergüenza pública, más dos años de presidio; y los espectadores, dos meses de cárcel segura”.
El capitán general tomó la decisión “por parecerle demasiado sacrílego en los velorios en que se canta y se baila casi encima de los cadáveres”.La decisión fue firmada el 10 de abril de 1749 y como el joropo era muy popular se consultó al rey de España. El monarca pidió que le mandaran unos joroperos para verlos en acción y el capitán general remitió en uno de los galeones que salían cargados de oro a dos negritos de Barlovento.Los barloventeños impresionaron en la Corte y por Real Cédula de S.M. fechada en el real sitio de Aranjuez, se ordena al capitán general “no lo prohíba, por cuanto está lleno de inocencia campesina. Así como el jarabe gatuno y el bullicuzcuz de la Veracruz, que también han venido en consulta de nuestros reinos de Méjico, y con los cuales tiene mucha semejanza”. ¿Qué sería de aquella pareja de negritos, que probablemente bailó ante la Corte de Fernando VI?
El periodista Juan José Churión, de El Nuevo Diario, escribió que “la prohibición del joropo fue factor de perturbación. Los esclavos y los peones se iban al monte; hubo huelgas de joroperos y eso causó daños en plantaciones y haciendas”.
¿De donde viene la palabra joropo?
Los indios escucharon a los españoles llamar aquello “jarabe” y como no entendían castellano decían jaraba, jarobo, jorobo y ¡joropo! La palabra joropo viene pues del baile conocido con el nombre de jaleo o jarabe andaluza. La etimología de la palabra joropo -sostenía Churión- es comarábica. Viene de Xarop o Xarqp, que significa jarabe.
“Quinito Valverde -contó Churión- de la compañía de revistas españolas Velasco, piensa llevar el joropo a París, con arpa, maraca y cantadores criollos. Mamerto García, el Titán, el rey del Joropo, ha enseñado personalmente a Quinito y otros bailarines y muchachas de la compañía de Velasco para que puedan impresionar en los escenarios europeos”. Es decir, que la historia se repite, con la diferencia de que ahora son embajadoras del joropo mozas españolas que hasta disfrazan el acento, como hace la primera tiple, Matilde Rueda, en el segundo cuadro de “El conflicto, disparate de actualidad mundial y caraqueña”, en un acto y tres cuadros, escrito para Matilde por Leo, Job Pim y el Brujo.
Churión siguió hablando de las cosas raras que ocurren en los pueblos y contó que en Ciudad Bolívar había un loco a quien llamaban “Caimán”, pues se quedaba quieto en el suelo y cuando pasaba alguna muchacha, le tiraba un mordisco en la pierna.
Así son las cosas.

Gorra vs. Cachucha

Laureano Márquez
Tal Cuál

Como diría el Dr. Uslar en sus “Valores Humanos”, la historia de la gorra es tan antigua como el hombre mismo. Los gorros fueron siempre símbolo de estatus. Los faraones egipcios, por ejemplo usaban una especie de tocado para adornar la cabeza. Creo que allí había algún mensaje cifrado, porque muchos de los gobernantes antiguos y no pocos de los modernos, tienen que estar “tocados” para hacer lo que hacen. Pienso, por ejemplo en Gaddafi, que siempre andaba con un gorro de lo mas extravagante.
Pero antes incluso que los tocados egipcios, existía en lo que era Frigia, en la actual Turquía, el gorro frigio; no confundir con el gorro frígido, que es otra cosa. El gorro frigio simboliza nada menos que la libertad, estaba vinculado al culto del dios Mitra y coincidencialmente, “mitra” se llama también el gorro ornamental que usan los obispos (quién sabe si la próxima prohibición en Venezuela sea el uso de la mitra). En la antigua Roma, el gorro frigio era distintivo de los libertos, es decir que aquellos que habiendo sido esclavos, alcanzaban la libertad (la esclavitud era cuando el destino de uno o muchos hombres estaba sujeto a la voluntad y capricho de un amo, no sé si me explico). De Roma, el gorro frigio pasa a la revolución norteamericana y a la francesa, como simbolo de libertad.
Los venezolanos diferenciamos claramente gorra de cachucha, esta última es la que usan los militares. Cuando se habla, en nuestro país, de “una cachucha”, se alude claramente a un gobierno militar, ejercido además de manera autoritaria o dictatorial. Suponemos que la palabra cachucha esta emparentada con capucha, que es el gorro que se ponen, por ejemplo, los monjes y que va sujeto al hábito de manera habitual, como corresponde y las envuelve en un aire de misterio, como todo lo secreto, lo oculto o lo cifrado. Latinoamérica tiene una larga tradición de cachuchas, es decir, de militares tratando de incursionar en el poder, quizá en Bolivia esto de los golpes militares alcanzo su expresión más dramática. Cuentan que en el teatro municipal de La Paz se presentó una conocida diva extranjera. Antes de comenzar la función, un guardia de honor se acerco al camerino e informó a la dama que el presidente (un dictador militar) quería saludarla, a lo que ella accedió. En el intermedio el guardia se presentó nuevamente y le informó que el presidente quería saludarla. Ella preguntó: “¿otra vez?” y el guardia respondió: “no, este es otro presidente”.
Es fácil que los gobiernos militares deriven en autoritarismo, puesto que la estructura de pensamiento militar se rige por ordenes que deben ser obedecidas sin discusión, algo completamente diferente al mundo civil en donde tenemos una concepción distinta del tema de la obediencia – ¡cuando obedecemos!- porque lo usual entre nosotros es el derecho a pataleo, que llaman.
Pero esta sociedad es desobediente por naturaleza, mas a los caprichos arbitrarios. En las dictaduras siempre fue usual simular adaptarse, muchas veces bajo la forma de silencio cómplice, mientras se esperaba el advenimiento de algo mejor; así sucedió durante algún tiempo de la dictadura de Pérez Jiménez, como muestra Carlos Oteyza en su película “tiempos de dictadura, tiempos de Marcos Pérez Jiménez”. Pero aún en dictadura, la gente encontró emblemas compartidos de libertad y desobediencia. Así que, ha bastado que se prohiba la gorra de Capriles (que así se llama ahora), para que se vuelva popular.
La gorra se ha convertido en un símbolo de lo que en Venezuela se debate en este momento. Gorra Vs cachucha…no es otro el dilema.

Los Próceres durante la "Semana de la Patria" en 1957


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EL HOLOCAUSTO JUDÍO Y EL EXTERMINIO ARMENIO I

Signos Comunes

La Convención de la ONU coincidió con el jurista judeo-polaco Rafael
Lemkin al calificar como "genocidio" (vocablo creado por Lemkin) al holocausto de los judíos por el nazismo. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Genocidio dio el marco jurídico
internacional para que los crímenes contra los grupos vulnerables
tuviesen castigo. Nadie podrá considerar que la sanción a un estado genocida implica intervenir en sus asuntos internos.
Antes del advenimiento del nazismo, Lemkin había expresado su preocupación por la victimización de los armenios carentes del derecho a recurrir a la justicia (incluidas las reparaciones) y advertía que sin una norma legal de aplicación internacional, el genocida turco Talaat, de no haber sido asesinado por un resistente armenio, hubiese podido eludir el castigo de sus crímenes apelando al respeto de la soberanía turca.
El genocidio armenio y el holocausto judío están interconectados. La tragedia armenia presagió a la tragedia judía, fue el precedente y precursor del Holocausto. "El genocidio armenio fue un ensayo final para el Holocausto"
(Leo Kuper e Israel W.Chasny)

"Nada envalentona tanto a un criminal como el hecho de saber que puede cometer un delito impunemente. Este fue el mensaje que seles “regaló” a los nazis por no haberse llevado a juicio la causa de lamasacre de los armenios"
(David Matas, canadiense, experto en derecho internacional)

Un escritor alemán simpatizante de los Jóvenes Turcos (Ernst Jackh)
escribió: "La dinastía otomana comenzó en una época en que las
hordas de Genghis Khan -el mongol pro asiático- barrieron hacia el
oeste y llevaron la esvástica hasta el Asia menor. Terminó cuando el
Genghis Khan moderno, el Hitler paneuropeo, ideó el plan para
conducir sus ejércitos portadores de la esvástica hacia los confines
de la Tierra."
El plenipotenciario alemán en la Dinamarca ocupada, expresó que "Laexperiencia de la historia ha probado que el exterminio o la expulsiónde un pueblo extranjero no se contradice con los principios
fundamentales de la existencia humana, siempre que los exterminios y las expulsiones sean completas."
Son los mismos argumentos y las mismas acciones emprendidas por
los Jóvenes Turcos del Comité de Unión y Progreso (CUP), el fascismo turco, al decidirse a asesinar hasta el último armenio o deportarlos del territorio turco, en lo que fue la feroz caravana de la muerte camino a los desiertos de Siria. El antisemitismo y las persecuciones y segregaciones contra los judíos se fundamentaronhistóricamente en la falsa acusación de deicidas de Cristo. Las persecuciones musulmanas contra los armenios se excusaron por sucristianismo, pese a que los armenios exiliados en países islámicos no fueron molestados.
Hitler sostenía que la destrucción de determinado grupo o nación, sin importar lo criminal de dicho acto, tiene altas posibilidades de ser aceptada de una u otra manera, siempre que se vea coronada por
cierto grado de éxito, ya que "el mundo sólo cree en el éxito" (Documents on British Foreing Policy)

Ya en 1924 Hitler había declarado que "la solución a la cuestión judía
requería una contienda sangrienta. Si así no fuese el pueblo alemán
terminará exactamente igual que los armenios"
Henry Picker, Las discusiones de Hitler en la mesa
redonda de su cuartel general)

Salvo raras excepciones, las naciones no asumieron una dura actitud crítica durante el exterminio armenio. Los EE.UU. tardaron 37 años en ratificar la Convención contra el Genocidio del año 1948.
Max Edwin Von Scheubner-Richter (que fuera cónsul alemán en
Erzurum) escribió en un informe a la cancillería alemana que "los
armenios de Turquía, a todo fin práctico, han sido exterminados. El
mismo Scheubner (de quien Hitler dijo “que todo el mundo es
reemplazable excepto una persona: Scheubner") en su informe
describió a los armenios como los judíos del Este. Para el nazi eran la
misma cosa.

Hay una interconexión dual entre los casos armenio y judío. Existe
una convergencia de objetivos (la brutalidad para el éxito del plan
genocida). El nacionalismo turco expansionista reivindica las proezas sanguinarias de Genghis Khan.
Hitler hace lo mismo cuando afirma que nadie se detendrá en sus crueldades porque sólo cuenta su historia de gran fundador de naciones.
Hitler no tuvo una corazonada al restar importancia al exterminio
armenio. Poseía la información por el nazi Franz Von Papen asignado
al IV Ejército Otomano como jefe del estado Mayor. Años más tarde
tuvo presente el extermino armenio para desencadenar el Holocausto contra los pueblos inferiores (judíos, gitanos y eslavos).
Fue un precedente necesario.
Antes de la Primera Guerra Mundial, Talaat, Ministro de Interior
otomano, dirigió la destrucción de los armenios. Hitler decía que
olvidada la crueldad, el mundo sólo cree en el éxito. Talaat sostenía
que "mientras una nación haga lo mejor por sus propios intereses, y
tenga éxito, el mundo la admira y la considera ética"

La vulnerabilidad por su carácter de minorías hizo posible la
persecución de armenios y judíos a lo largo de la historia. Por encima
de las diferencias culturales, políticas o de localización geográfica de judíos y armenios, los judíos fueron perseguidos por deicidas y los armenios supuestamente por cristianos. Los armenios eran una población autóctona, en tanto los judíos eran
inmigrantes en los países donde se radicaban. Esa diferencia es cierta
a medias, porque el "asimilacionismo" de los judíos alemanes les hacía creer que eran una población autóctona.
El éxito económico de sectores armenios del Imperio generó la
envidia y el resentimiento de los líderes otomanos y abrió paso a una de las tantas excusas para el exterminio. Los judíos fueron acusados de financiar a los adversarios de Alemania en la Primera Guerra Mundial y ese fue uno de los motivos exhibidos para su persecución ulterior.
Los genocidas en tiempos de guerra, acusaban a los judíos de
internacionalistas (durante el comunismo o en el liberalismo
intelectual). Los armenios eran atacados por su nacionalismo.
Ambos, armenios y judíos, eran acusados de poner en riesgo la integridad nacional y racial de los victimarios.
La homogeneidad étnica-racial fue un objetivo de los nazis y de los
Jóvenes Turcos. El expansionismo turco basaba su proyecto en el
panturanismo mediante la unión de naciones turcas hasta los límites
del Asia Central. Alemania aspiraba a fundamentar el Nuevo Orden
europeo con la idea de una dominación ario-nórdica.
Disciplina rígida, fervor misionario, obediencia a las directivas del
Partido, acumulación de poder en los líderes, fortalecimiento del
aparato militar, purgas en la Wehrmacht y las reorganizaciones
posteriores a 1913 del ejercito otomano, creación de un cuerpo
inquisitorial secreto para perseguir y torturar a los opositores, fueron
todas pautas comunes tanto para el Comité de Unión y Progreso (CUP),
el partido de los Jóvenes Turcos, como para las SS del Partido
Nacional Socialista.
Los nazis acusaban a los judíos de ser actores de la plutocracia
internacional del dinero. Los turcos acusaban a los armenios de ser la
quinta columna de los rusos.

El factor vulnerabilidad en los genocidios armenio y judío
"Cualquier forma de genocidio es, ante todo, un ejercicio de poder
que involucra específicamente la aplicación de la fuerza. Por lo tanto,
presupone una considerable disparidad en las relaciones de poder entre un potencial perpetrador y un potencial grupo de victimas. Para evaluar las dimensiones estructurales del problema, en consecuencia,
es preciso dirigir la investigación hacia el área de los sistemas
sociales.
Entre todas las características que ponen de relieve los aspectos
comunes de ambos casos, (Dadrián se refiere al genocidio de judíos y
armenios) la fundamental y más reiterada es un tipo especial de
vulnerabilidad. Sin embargo, las circunstancias en torno de este
factor en común son tan diversas como los sistemas sociales en los
cuales las relaciones desiguales de poder surgieron y se cristalizaron.
Los aspectos comunes se refieren a los atributos más o menos fijos
relacionados con la condición minoritaria de ambos grupos; la
divergencia de los sistemas sociales apunta, por otra parte, al problema de los grupos dominantes diferentes que emergen de dichos sistemas. En otras palabras, el acto victimario del genocidio es
considerado fundamentalmente como una función de las relaciones
entre el grupo dominante y el minoritario.”

Blancos históricos

Armenios y judíos han sido blancos de persecución a lo largo de la
historia, sobre todo debido a sus vulnerabilidades que son resultado
de su condición de minorías. A pesar de algunas diferencias
importantes en cuanto a geografía, cultura y política que separan a
los judíos de los armenios, además de sus respectivos victimarios, los
patrones por los cuales se convirtieron en víctimas son más o menos constantes. Se pueden señalar algunos de los puntos sobresalientes de este síndrome de divergencia-convergencia. En término de actitudes populares, los judíos se ganaron la enemistad por haberse disociado de Cristo, y los armenios por haberse asociado con él. En lo que se refiere a ambos genocidios -culminación de los ciclos históricos de las presesiones antes señaladas- sus autores, es decir, el estrato de líderes participantes, no sólo era religiosos sino que en la mayoría de los casos eran adversos, cuando no hostiles a la religión, pero sacaban provecho de los prejuicios religiosos residuales de las masas respectivas. Este fue un hecho más pronunciado en el caso armenio respecto de las ramificaciones de la Guerra Santa que se proclamó tras la entrada de Turquía en la guerra.

Autóctonos e inmigrantes

Además, los armenios eran una población autóctona y los judíos eran inmigrantes en varios países anfitriones. Sin embargo, una gran
cantidad de judíos, sobre todo en Alemania, habían llegado a ser
"asimilacionistas" que favorecían la integración máxima y consideraban a Alemania como su "madre patria" y a ellos mismos como esencialmente alemanes. De manera similar, la gran mayoría
de los armenios otomanos se consideraba parte constitutiva del
sistema estatal otomano y súbdito de los sultanes de turno. Pero su
religión era un anatema para los musulmanes que ejercían el poder.
La introducción de la Constitución Nacional Armenia en 1861-1863,
sancionada por el Sultán, sirvió como herramienta para impedir la
asimilación mediante la práctica institucionalizada de la distancia
social. Los supuestos "privilegios" de la organización de la comunidad
y la administración interna eran instrumentos de segregación,
compuestos por las prácticas coligadas de prejuicio y discriminación, y la anulación de los derechos cívicos y políticos. La situación de impotencia a que los armenios quedaron reducidos hizo que su relativo predominio económico, obtenido muchas veces por cesación de pagos, pasara a convertirse en una carga negativa palpable, que despertó la envidia y el resentimiento de los jefes supremos otomanos, lo que a su vez hizo aumentar más la vulnerabilidad generalizada de los armenios.
Inversamente, los judíos perdieron su condición de ciudadanos
después que Roma abrazara el cristianismo como religión estatal en el siglo IV. El gueto como institución impuesta a los judíos se relaciona con la formulación de la ley canónica (el gueto de Roma fue
mantenido por el Estado Papal hasta 1870); durante más de diez
siglos la voluntad de la iglesia fue equivalente a la voluntad del Estado. Estos subproductos de distintos sistemas sociales, que reflejan la oscilación de las prácticas teocráticas, vuelven a señalar la
relevancia del síndrome divergencia-convergencia. La teocracia otomana se predicó sobre la Seriat, la ley sagrada islámica, que como otros sistemas de teología normativa contiene su cuota de ambigüedades y contradicciones.
Pero su doctrina central se amolda a una perspectiva en la cual el
mundo se divide en dos condiciones antitéticas, "paz" y "guerra", lo que acentúa el permanente estado de tensión entre "creyentes" y "no creyentes" -la inevitabilidad de hacer la guerra- ante lo cual se impone la necesidad de organizar el universo alrededor de las categorías de "victorioso" y "conquistado". El Corán, la pieza central de la Ley Sagrada islámica, contiene más de doscientos mandatos que convocan a los fieles a realizar incursiones sanguinarias,
incluyendo la Guerra Santa. A los conquistadores, es decir a los zimmis, se los puede dejar tranquilos y concederles clemencia e incluso protección, siempre que estén dispuestos a pagarle tributo
"aunque estén humillados" (Sura IX, versículo 29) Este ha sido el mandato teocrático de subyugación y tolerancia condicional dentro del marco de un Pacto Legal Islámico.
Como puede verse, no hay nada antiarmenio en este arreglo; antes bien, es la expresión de un principio dogmático general que comprende a todos los no musulmanes.
Sin embargo no fue esto lo que ocurrió con los judíos en la
antiguedad, en los comienzos del cristianismo ni en la Europa
medieval y moderna. El antisemitismo por definición fue específica y exclusivamente antijudío. Tampoco hay nada en la teología cristiana como tal que exhorte a los cristianos a desatar la guerra contra los judíos, ni subyugarlos por su carácter de infieles. Puede resultar tentador sugerir que uno de los motivos de esta ausencia de antisemitismo en los Evangelios se debe a la secuencia de acontecimientos: las enseñanzas y sermones de Cristo fueron anteriores, y no posteriores, a la crucifixión. Tal sugerencia, sin
embargo, dejaría traslucir una gran cuota de ignorancia sobre el
cristianismo, ya que su sentido se contradice con los dogmas más
duraderos de la fe cristiana. Los infortunios de los judíos no emanan
de las enseñanzas de Cristo sino de una sucesión de teólogos empeñados en crear dominios y hegemonías eclesiásticas. El
tratamiento diferencial que ellos hacían, que de a poco se transforma
en persecución, coincide con los esfuerzos realizados en Europa para
organizar el cristianismo mediante la formación de un conjunto de
iglesias reunidas en torno del movimiento de la Reforma, y de una
institución que representara a todas las iglesias nacionales. La
incidencia de las diatribas y las provocaciones dirigidas contra los
judíos por los padres de la Iglesia desde los comienzos del cristianismo es digna de destacar.
Desde San Juan Crisóstomo y San
Agustín en los siglos IV y V hasta Santo Tomás de Aquino en el siglo
XIII, hasta llegar a Martin Lutero en el siglo XVI, los pronunciamientos contra los judíos fueron una especie de llamado a la persecución. Haciéndose eco de los sentimientos de San Agustín, Santo Tomás de Aquino declaró: "será lícito (...) someter a los judíos
(...) a servidumbre perpetua", y para Lutero los judíos eran una
"plaga, pestilencia y pura desventura (...) (que) nos hace trabajar hasta agotarnos (...) mientras ellos viven placidamente y bien gracias a nuestras fortunas."
(continuará)

Genocidio Armenio - Súlim Granovsky

El Helicoide

Diseñado por Jorge Romero
Gutiérrez, Pedro Neuberger y Dirk
Bornhorst, fue un proyecto realizado junto a la empresa privada que consistía en un centro comercial y exposición de industrias, un hotel 5 estrellas, un parque, un club de propietarios y en séptimo nivel un palacio de espectáculos.
La particularidad de la obra era que los automóviles una vez ingresaran a la edificación por medio de rampas en ella se encontrarían locales comerciales con estacionamiento, estas rampas recorrerían 4 km en seis niveles bordeando la colina sobre la cual fue construida.

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Legado de Marcos Pérez Jiménez

Paseo Los Ilustres 1956, Caracas Venezuela

Los alemanes en Venezuela

Karl Krispin

De las migraciones europeas no ibéricas a América y, particularmente, a nuestro país, la alemana ha tenido un carácter especial. Los primeros alemanes que se establecieron en lo que luego sería Venezuela fueron los Welser, a quienes por capitulación otorgada el 27 de marzo de 1528 se les concedía el gobierno, la administración y la explotación sobre la provincia de Venezuela en nombre del Rey de España. Ello a consecuencia del apoyo que recibió Carlos V, I de España y V de Alemania para convertirse en el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Tal experiencia resultó un fracaso y los factores alemanes terminaron enfebrecidos por la codicia, la enfermedad y la muerte. En 1545, con la ejecución en el Tocuyo del Capitán General Felipe von Hutten, se clausura este capítulo colonizador. Aunque, según escribe Eduardo Arcila Farías, técnica y jurídicamente el capítulo se cierra cuando los Welser renuncian en 1557 al litigio que, en defensa de la capitulación de 1528, seguían contra la Corona Española.

El alemán más universal de todos y con el que no sólo Venezuela sino los países americanos tienen una relación fraterna y de inagotables aportes científicos es Alexander von Humboldt. Tenía un título nobiliario, barón, que en alemán expresa mucho mejor lo que este adelantado fue: Freiherr, hombre libre. El hombre libre de Humboldt para sintetizar su obra fue geógrafo, explorador, naturalista, zoólogo, ornitólogo y considerado según la Wikipedia el "Padre de la Geografía Moderna Universal". La cueva del Guácharo lleva su nombre y en Caracas, por referirnos a la pequeña historia, escaló la silla de Caracas por vez primera junto a Andrés Bello y su inseparable colega Aimé Bonpland.

De Hamburgo vinieron para participar en las guerras de Independencia muchos voluntarios alemanes. Al capitán de caballería de Braunschweig, von Clauditz, Simón Bolívar le encomendó el reclutamiento de voluntarios para los Estados libres de Suramérica. Otro es el caso de Johann von Uslar, comandante en Boyacá y jefe del Batallón de Granaderos del ejército patriota en Carabobo, por cierto antepasado del escritor Arturo Uslar Pietri. Antes de Carabobo, Uslar, capturado por el ejercito realista estuvo destinado a trabajos forzosos que consistieron en la construcción de un puente en Valencia ordenado por el general Pablo Morillo.  Fueron 63 oficiales alemanes quienes actuaron en el regimiento de cazadores de Uslar. Uno de ellos Augustin Freudenthal, murió en 1825 siendo gobernador de Caracas. Heinrich von Lützow trajo voluntarios alemanes a Venezuela; ascendió a general de división y estuvo hasta su muerte, en 1860, en el ejército venezolano. Bajo el castellanizado nombre de Enrique Luzón, está enterrado en el Panteón Nacional.

La inmigración alemana sistemática a Venezuela se volvería a replantear por el interés de las casas comerciales hanseáticas de Hamburgo, Bremen y Lübeck en el siglo XIX. Hay que considerar, adicionalmente, que lo que hoy conocemos como Alemania es el producto de la unificación llevada a cabo en 1870 y antes por el genio del príncipe Otto von Bismarck, canciller del Reich porque el Sacro Imperio Romano Germánico, que era una suerte de confederación, había sido liquidado por Napoleón Bonaparte en 1806. Estas ciudades del norte como Hamburgo eran para el momento del establecimiento de lazos comerciales con Venezuela, entidades independientes. Puerto Cabello, Caracas, Ciudad Bolívar, Maracaibo y sus conexiones hacia los estados andinos, y la Guaira serían las plazas para estos asentamientos de los comerciantes teutones. Como señala la historiadora Catalina Banko, en 1837 Venezuela suscribe el primer Tratado con las Ciudades Hanseáticas, lo que facilita el intercambio comercial y promueve un múltiple establecimiento de factores alemanes en Venezuela, entre los que resaltan Blohm, Pardo, Vollmer, Brandt, Schön, Bornhorst, Kolster, Meyer, Valentiner, Peyer, Moller, Braun, Kerdel, Römer, Stürup, sólo por nombrar aquellos apellidos con descendencia actual en el país. Basta visitar el pueblo de San Esteban, aledaño a Puerto Cabello y también su cementerio para darse cuenta de la impronta de estos alemanes en la vida del puerto y las relaciones comerciales. En el Táchira también se establecieron los alemanes llegando a controlar el negocio del café en sincronía con el Puerto de Maracaibo de donde se exportaba hacia Europa. Si se echa una ojeada a las memorias de don Enrique Rhode se confirmar el papel que tuvieron estos elementos en el negocio del café y el papel de las casas comerciales alemanas en la vida local. 

Igualmente es necesario referirse al contingente de los alemanes que desde Endingen, en el Kaiserstuhl alemán, se establecieron en la actual Colonia Tovar en 1843, por iniciativa de Agustín Codazzi, Ramón Díaz y Alexander Benitz, bajo el gobierno del general José Antonio Páez y por donación de tierras de Manuel Felipe de Tovar. Para seguir con el tema de los migrantes agrícolas, durante el siglo XX vendrían a Venezuela un grupo de colonos alemanes, muchos de ellos refugiados, a la Colonia Agrícola de Turén en el estado Portuguesa, entre los años de 1951 a 1954.

Del siglo XIX hay que tocar el tema de los viajeros. No en balde Arístides Rojas ha calificado esta centuria como la de la emancipación del espíritu. Y es que el siglo XIX desarrolló lo que había comenzado un siglo anterior con la Revolución Industrial. Las comunicaciones mejoraron, se comenzó a viajar y el espíritu de curiosear el planeta creció como nunca antes. Los viajeros del siglo XVIII eran más bien escasos. En el siglo XIX se multiplicaron. De los viajeros alemanes a Venezuela durante el siglo XIX merece la pena destacar a los pintores Anton Goering y Ferdinand Bellermann, el zoólogo y dibujante Karl Appun, el entomólogo Karl Moritz, por citar a los más relevantes.

También hay que mencionar lo negativo: El bloqueo a nuestras costas en diciembre de 1902. Los alemanes  venían de una rutilante intromisión relámpago como nación imperial. A partir de 1870 con la unificación y el triunfo alemán en la guerra franco-prusiana, comienza la expansión germana más allá de su territorio. El príncipe Otto von Bismarck, brillante y ambicioso aristócrata, amo absoluto de la política alemana, quería para el Kaiser no sólo la corona continental que inauguró en las narices mismas de los franceses en Versalles, sino un trofeo territorial en el mundo para competir todopoderosamente con sus pares europeos. Hans von Büllow, el ministro del Exterior sostenía sin ambages desde la Wilhelmstraße que los alemanes no habrían de permanecer en las sombras sino de cara al sol. Pronto los alemanes colocan el águila imperial en África y Asia. América era un continente apetecido y particularmente aspiraban a hacer de la isla de Margarita una base teutona. Con un énfasis delirante el editorial del periódico Münchener Allgemeines advertía en 1897 que la próxima tarea de Alemania era la de hacer desaparecer, por las buenas o por la fuerza, a la Doctrina Monroe. Las cartas estaban echadas. Bastaba una excusa cualquiera y el presidente Cipriano Castro se las ofreció en bandeja de plata cuando señaló que no reconocería deuda alguna que no hubiese sido contraída por su gobierno. Adicionalmente a esto, el trato despreciativo a las naciones extranjeras caldeó los ánimos.

El 8 de diciembre de 1902 el diligente cónsul venezolano en Trinidad, Carlos Benito Figueredo quien poseía una de las redes de espionaje más eficientes para reportar a Castro sobre los movimientos de la Libertadora, informa al presidente sobre la presencia de buques de guerra británicos y alemanes. A los pocos días, lo que hubiese sido interpretado como normal dentro de los movimientos navales propios de las potencias europeas en el Caribe, cambiaría drásticamente cuando estas naves dirigieron sus cañones contra la Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo. La escuadra alemana por su parte no sólo bombardeó Puerto Cabello y la Guaira causando destrozos y pérdidas humanas sino que permitieron a sus marinos bajar a tierra y pillar sin detenimiento. Los excesos alemanes pronto tuvieron eco en Londres. Mientras los marinos de la casa Hohenzollern le entraban a saco a la soberanía nacional y los ingleses prudentemente se replegaban en silenciosa vigilancia, es anecdótico recordar que los italianos decidieron permanecer en alta mar pescando. La reacción venezolana fue inocua aunque en Maracaibo la resistencia nacional logró disuadir el desembarco de los alemanes. Su precaria fuerza naval fue reducida a la nada. En Puerto Cabello según contaba Alfredo Cortina, los cañones locales del Fortín Solano sólo pudieron dar en el blanco de un patio de la familia Gramcko. Sólo la intervención de los EE.UU y la posterior firma de los Protocolos de Washington salvaron la integridad territorial. Alemanes e ingleses regresaron a casa sin hacerse del territorio de Venezuela.

En cuestiones puramente militares, el gobierno de Joaquín Crespo recurrió a los alemanes a finales del XIX para que enviaran una misión militar de asesoría al Ejército. Tal colaboración no llegó a cuajar. Pero para el Gobierno de Castro, de quien se dice que era un germanófilo convencido, por sus tratos con los comerciantes alemanes en el Táchira y quien durante la Primera Guerra Mundial no tomó partido por nadie, trajo al general chileno Samuel MacGill en 1908, nombrado anteriormente por Castro cónsul en Panamá, formado en Prusia, para la reestructuración del Ejército Nacional. Ello explica que durante algún tiempo los militares venezolanos hasta usaran uniformes y cascos que emulaban al ejército prusiano.

Durante la Segunda Guerra Mundial y anteriormente con la ascensión al poder del nazismo, los años negros como los he llamado en algún otro ensayo, las relaciones entre Alemania y Venezuela se vieron afectadas por la entronización totalitaria. Si bien Venezuela se cuidó en un primer momento de que no hubiese persecución y hostigamiento a los miembros de la comunidad alemana en el país, a pesar de la circulación de listas negras que pedían a la población local no comerciar con los alemanes, el país estuvo al margen de la conflagración mundial. No obstante, los submarinos del Tercer Reich violaron las aguas territoriales y hasta atacaron la refinería de Curazao. Como sabemos, nuestro país fue vital por su petróleo en el triunfo aliado y como ha escrito el historiador Domingo Alberto Rangel, en la batalla de las Ardenas  se quemó carburante de Lagunillas. Los nazis en su proyecto mundial hasta habían nombrado a un Gauleiter en Venezuela, un jefe de región, que era el enlace con el Partido Nazi. Naturalmente esto se llevó a cabo con cierto secretismo y nunca a la luz pública. Venezuela le declararía la guerra a Alemania, formalmente se entiende, y una de las consecuencias de esa distancia fue el cierre de este colegio, el Colegio Alemán entre 1942 y 1952. Al reabrir sus puertas de nuevo, agregaría a su nombre el de Colegio Humboldt.

En el mapa sociológico y económico de la emigración alemana a Venezuela a mediados del siglo XX se apela a un detonante común en muchos de los casos: la Segunda Guerra Mundial. La persecución nazi, el conflicto bélico, el Holocausto, la destrucción de Alemania y la postguerra jugaron un papel determinante en que Venezuela fuese la nueva patria para todos aquellos que querían hacerse un futuro en la América del sur. Increíblemente muchos germanos confiesan que la curiosidad por esta nación la sembró en alguna parte el trepidante testimonio de lo que escribió el barón de Humboldt.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, y con la percepción del pueblo alemán por los suelos debido al funesto ejemplo histórico del nacionalsocialismo, en 1949, un grupo de venezolanos y alemanes funda la Asociación Cultural Humboldt. Esta institución que este año ha llegado a sus sesenta años ha servido de vaso comunicante para interrelacionar a Alemania y Venezuela particularmente a través del hecho cultural.

De los alemanes que llegaron a Venezuela durante la segunda mitad del siglo XX se puede decir que buena parte de ellos vinieron a desarrollar una nueva vida particularmente en las empresas alemanas que se fijaron en suelo venezolano. La industria de las telecomunicaciones, la química, la farmaceútica, la cervecera fueron los destinos más favorecidos, laboralmente hablando, para estos inmigrantes. Igualmente al margen de estas casillas, hemos tenido hasta dos artistas con el Premio Nacional de Artes Plásticas como Luisa Richter y Miguel von Dangel. Médicos como el doctor Alberto Maekelt quien luchó contra el Mal de Chagas junto al doctor Torrealba. Orquideólogos como Enrique Graf, galeristas como Lis Sanoja, profesoras de literatura como Liselotte Zetler de Vareschi, ceramistas como los esposos Zielke, zoólogos y conservacionistas como el doctor Pedro Trebbau, politólogos como Federico Welsch, cantantes líricas como Gisela Hollander o científicos como el recientemente fallecido doctor Werner Jaffé. Todos ellos le han dado a Venezuela un magnífico y notable aporte en sus diferentes campos. Gente de ejemplos que ha puesto su coraje, su dedicación y su vida para potenciar lo que Augusto Mijares llamó lo “afirmativo venezolano”. Adicionalmente, todos trafican con el hecho de que fueron hechizados por este país y su gente. Decidieron echar raíces y aquí están, como una muestra prodigiosa de una venezolanidad de nuevo cuño. Cuando comentaba  que la inmigración alemana había tenido características peculiares, lo apuntaba por el hecho de que estas gentes quieren, se identifican y permanecen en el país, guardando y preservando, evidentemente, sus rasgos culturales propios que han transmitido a sus descendientes como lo prueban los muchos apellidos alemanes que, desde el siglo XIX, jalonan la geografía nacional.

Quiero terminar con esta reflexión: La inmigración puede ser uno de los fenómenos más interesantes para un pueblo porque expande su visión del mundo. El hecho de que los venezolanos hayamos tenido especialmente en el siglo XX una tan rica como variada inmigración le otorga a nuestro país un pasaporte a la universalidad y nos permite ser más globales y entender que el mundo es una suma de muchos. Una juntura de culturas que cada día vale más la pena entender y apreciar.

Apología de la flatulencia II

Rubén Monasterios

La repulsión por las ventosidades es un condicionamiento cultural, un asunto que sólo tiene como base el capricho y el humor de los hombres, y es una actitud moderna. La sabiduría de los antiguos los llevó a celebrar el pedo (del latín peditum) y hasta a asignarle un dios;  entre los romanos Crépitus  –de donde proviene su nombre científico, crepitus ventris– fue el dios de las ventosidades; pero la adoración de los pedos viene de tiempos más remotos, de los egipcios; el nombre de su dios era Krep-ra; ambos pueblos, egipcios y romanos, le rendían culto expeliendo eructos y ventosidades en las fiestas; muchos otros pueblos antiguos igualmente lo reverenciaron. Para los griegos de los tiempos clásicos el pedo, lejos de ser indecente, encerraba la más perfecta y majestuosa manifestación de respeto de la persona hacia un superior, fuese rey o sacerdote; y entre ellos gozaban de alta estima los augures que practicaban la petomancia, o adivinación del futuro por los flatos. El semidios Hércules  realizó varios de sus famosos trabajos gracias a sus formidables peos; por ejemplo,  logró mediante un flato titánico la limpieza de los establos del rey Augías, en los que no habían recogido el estiércol por años y cuyo apestoso hedor infectaba todo el Peloponeso.  Cuenta Homero que cuando el viento no lo favorecía, Ulises largaba flatos contra las velas de su navío, cuescos épicos que las hinchaban y lo hacían avanzar cientos de millas.  Los moabitas  rendían culto a  Baal-peor emitiendo flatos colectivos luego de colocarse en la posición del orante mahometano con el fundillo orientado hacia la imagen del dios. Y el Antiguo Testamento (Jueces) narra las hazañas de Sansón, que barría ejércitos de filisteos con sus ventosidades; también se le atribuye la invención del  lanza-llamas, un arma usada por los judíos que les dio superioridad sobre  sus enemigos. Era Sansón un hombre voraz y gracias a su desmesurado apetito lograba el efecto al que se refiere el hecho; se hartaba de nabos, alcachofas, coliflor, brócoli, repollo, colecitas de brucelas, pimentón, ajos, cebolla, pepino, puerros, frijoles, lentejas y coles la noche previa a una batalla; en el momento decisivo del  curso de la misma, se ponía en popa, desnudo, ante una hoguera y se tiraba peos monumentales, los verídicos ciclo-peos. Al pasar la ventosidad por el fuego se incendiaba,  formando una masa ígnea devastadora. De haber vivido Sansón doce siglos más tarde, en los tiempos de la expansión imperialista romana, estos no habrían podido dominar a los hebreos.

Parecerán estas cosas exageraciones  propias de las mitologías, sin embargo, no perdamos de vista que en todo mito, leyenda o conseja hay un fondo residual de verdad; la ciencia  moderna ha comprobado que el gas intestinal humano contiene metano, skatol, ácido sulfúrico, hidrógeno, nitrógeno, dióxido de carbono y oxígeno, fluidos inflamables; cualquiera puede comprobar el efecto soltando una potente ventosidad ante un vela o mechero; y existe evidencia testimonial del uso bélico del poder del flato: el almirante Nelson, un héroe moderno nada mitológico sino rigurosamente histórico, disparaba peos que hundían barcos; claro, barcos pequeños. Los anales petológicos registran el caso de un sujeto conocido como el Crepitante, dotado de la capacidad de hacer sentir sus peos en todo un estadio, dejando el ambiente impregnado con  su olor durante semanas; un teatro fue clausurado debido a que el hedor de una de sus ventosidades no se disipaba; una década después, todavía se percibía en su entorno; también se le atribuye el haber ganado una apuesta al  llenar con sus vientos intestinales la cisterna de uno de esos camiones usados para transportar gases.

A propósito de valorar en sus justos términos esas proezas; considérese que los seres humanos normales producimos, en promedio,  unos seiscientos mililitros de gas intestinal al día, apenas lo suficiente para inflar un balón de fútbol; y que los pedos son de aroma efímero: no duran más de dos minutos; algunos muy especiales, hasta cinco minutos;  su radio de influencia es  breve: dejan de sentirse a partir de los quince metros a la redonda;
El emperador Claudio promulgó en el año 41 el edicto  Flatum crepitumque ventris in convivio mettendis; establecía en ese documento cómo debían expelerse las ventosidades durante las comidas. Tomó esa sensata disposición al saber que algunas personas de su corte, movidas por el respeto, preferían morir antes de ventearse en su presencia, y reconociendo que dicha retención atormenta hasta el momento de expirar a causa de horribles cólicos.
En la Edad Media, de acuerdo al derecho feudal, el señor podía exigir a sus siervos el tributo de pedo y medio por año; y en Inglaterra un vasallo debía ejecutar ante el rey, todos los días de Navidad, un salto, un eructo y un pedo. Los nobles de la corte  de Luis XV  se peaban en público  y cada vez que el monarca largaba un pedo los cortesanos  presentes lo celebraban con risas, aplausos, gritos de júbilo y la tradicional exclamación: “¡Vivat le Roi!, ¡Vivat le Roi!”; recibir un pedo del  rey era mejor que una bendición; los excrementos del monarca se vendían a precio de oro, porque se creía que tenían propiedades curativas…
Fue con el inicio de la Edad  Moderna cuando alcanza su clímax  la reprobación social del pedo. Con el triunfo de la Revolución Francesa, esas sanas y elegantes costumbres empezaron a verse despreciables, por ser propias del Antiguo Régimen; los curas revolucionarios, que no faltaron, anatemizaron  la flatulencia diciendo de ella que era la voz y el olor del Diablo;  la nueva sociedad condenó los cuescos y  llevó a cabo la más ensañada represión de los pedorreros y petófilos, señalados como enemigos de la Revolución. Los adulantes más corrompidos del entorno del nefasto y vesánico Robespierre, elaboraron listas de ellos; circulaban por todos los despachos públicos, a propósito de impedir a los infelices ventoseros toda gestión social y de facilitar su persecución por el canallaje revolucionario.  La represión llegó al extremo durante el Terror; entonces la simple sospecha de haber exhalado un flato en público era suficiente para llevar a un hombre a la guillotina.

lunes, 28 de octubre de 2013

Y SE ME CALLA

ELIZABETH FUENTES
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A ese le pegaron cuando era chiquito, seguro. Le dejaban las marcas de la correa o la hebilla en las piernitas y si lloraba, le daban más. Seguramente le censuraban cualquier muestra de afecto en público (“eso lo va a convertir en marico”) y en la casa solo se escuchaba una única voz: la del poder, la de la fuerza, la de la represión, porque en esta casa mando yo y si no te gusta, te vas. Pero ¿como para dónde? Para un cuartel, ¿adónde más? 

Allí al menos tenía las tres papas resueltas. Y aunque, como en la casa, se debía calar a los superiores y sus ofensas, las humillaciones constantes y los castigos de fin de semana, seguramente imagino que con semejante opción podría construir un camino distinto del que le ofrecía el pueblito donde vivía, sacar una carrera, tener una pensión y, sobre todo, disfrazar su infelicidad con un uniforme bien bonito.

Cada vez que veo a un padre o a una madre maltratando a un chamo, me enfurezco. “Ese va a llegar a dictador o a narcotraficante”, me digo, porque, casualmente, es la historia de todos los grandes dictadores y, por supuesto, la de los pichones de dictador, los pequeñitos, los dictadorzuelos que siembran terror en su casa y en su barrio y en su país. Los jefes de bandas armadas, los barones de las drogas, los pillos con corbata, casi todos han padecido una vida miserable cuando pequeños. Ignorados, sin voz ni voto en ese ensayo de democracia que debe ser un hogar: amargados, vengativos, apenas prueban el sabor de la maldad sin castigo, salen del clóset y se dedican, abiertamente, a perjudicar a quienes se les atraviesen en el camino por su afán de cobrarse, una a una, todas las que les hicieron en la infancia y que alguien debe pagar.

Tremenda generalización, es verdad. Cualquier militar o diputado decente puede contradecirme. Hay muchos niños educados en la pobreza, por una madre sola, sin casi nada que comer y aun así sus hijos llegan a grandes como gente de bien. Se gradúan, levantan una familia hermosa, aportan a la sociedad. Conozco más de un caso.

Pero el punto es que ese tipo de muchachito sabe, en el fondo de su alma, que esa mujer que los está levantando sola y sin grandes recursos, sin Navidades ni vacaciones en Disney, los quiere y mucho, aunque se los demuestre de otra manera. Con el respeto, con la dedicación a la hora de ayudarlos a hacer la tarea, inventado maromas para darles de comer, trabajando en exceso, remendándoles el uniforme a la 1:00 de la mañana, moldeando un rol ejemplar. Esos niñitos se saben queridos y, en consecuencia, saben querer y respetar al otro. No ocurre lo mismo con los que sufren traumas de abuso en su infancia, porque en su triste pasado se cuece el caldo de la paranoia, del narcisismo, de la mala conducta. 

En los hogares quebrados emocionalmente se incuban los desleales, los que se empinan y ascienden sobre la espalda de los demás para lograr lo que quieren. De allí salen los traidores, los aduladores, los que te clavan un cuchillo en la espalda cuando les conviene y siguen tan tranquilos. Sociópatas que, a la hora de la verdad, jamás conocerán la felicidad porque se les irá la vida en ascender, en aspirar, en lograr lo que ambicionan, pero no conocerán la paz ni el sosiego porque no conciben el sabor de lo hecho sin esperar nada a cambio y, menos aun, la tranquilidad que otorga la bondad pura y simple. Ni en sus mansiones mal habidas o en sus pasajes en Primera Clase, ni en sus transacciones afectivas o en sus camionetas con chofer y guardaespaldas, encontraran lo que andan buscando porque nunca lo tuvieron y siempre sentirán que algo les falta. No lo van a encontrar cercenando el derecho ajeno, pero qué importantes se deben sentir porque lo hacen. No lo van a encontrar abusando y extorsionando con el poder, pero les resulta indispensable para ver si al menos así logran un mínimo de respeto.

Pero que no se les atraviese un percance mayor en su ruta, porque entonces los veremos escondidos bajo un hueco, como Hussein o dentro de un albañal, como Gadaffi. Hasta ahí les llegará el machismo y la altanería. Sin contar con la sorpresa de descubrir que serán sus aliados los primeros en darles la espalda.

@fuenteseliz

Rostros censurados


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“conducta pública perniciosa”
o “bajar el tono..”

 

A veces me llegan cosas como esta que hoy quiero compartir con ustedes. La escribió mi admirada Jorgita Rodríguez; a mi entender y visto lo visto, la productora más sensata y de mejor tino de espectáculos en Venezuela.

Triste pero cierto lo que nos dice Jorgita, quien al igual que el niño que puso en evidencia al rey que andaba desnudo, hoy nos da cuenta de lo que estos ineptos, panfletarios, destructores y envidiosos, son capaces de hacer con los artistas libres que no tenemos miedo, y a quienes no nos da la gana de jalar bolas ni idolatrar a nadie, a menos que sea el arte por el arte.

Me gustaría saber la opinión de algunos de los artistas con talento que, callados y vestidos de rojo, aplauden en silencio al poder en los teatros de Venezuela construidos para artistas libres. Qué pena verlos transformados en vergonzosos cómplices de la ignominia y asistentes complacientes de un verdugo inculto.

Que hable Jorgita: En los últimos tiempos, los trabajadores de una parte del sector que hace vida teatral y artística en el país, han visto, con extrema preocupación, la censura directa o solapada que se enfila, en nombre de un proyecto político y desde ciertas instituciones gubernamentales, contra algunos artistas críticos al gobierno, negándoles a ellos y al equipo que los acompaña su sagrado y legítimo derecho al trabajo y, por ende, al espectador, su también legítimo derecho al disfrute.

Casos como el retiro de los subsidios a grupos de “conductas públicas perniciosas” como sucediera hace unos años con el GA80 y Skena; la revisión y exigencias de algunas salas, de hacer cambios al libreto o “bajar el tono” para no herir susceptibilidades; el veto, en los hoteles de la cadena nacional Venetur, a reconocidos humoristas y artistas de oposición o la actitud de algunas alcaldías subordinadas a ciertas gobernaciones, de negar los permisos necesarios para montar un espectáculo en alguna ciudad, nos ponen ante un panorama desalentador que recrea el camino a la barbarie. Erigirse como “dueños” de espacios culturales, alegando razones como la de “en mi teatro no se presenta fulano”, con la pretensión perversa de hacerse de una propiedad que en realidad pertenece al Estado para uso de quienes son sus contribuyentes y beneficiarios, es decir TODOS los venezolanos y no al gobierno de turno que lo regente, es el más claro ejemplo de abuso y atropello para quienes, por derecho propio, deciden pensar y opinar de manera diferente.

Evaluar un espectáculo antes de que el público lo haga, además de cercenar la capacidad de pensar, cierra la posibilidad al espectador de tener la última palabra para decidir. Censurar por su postura política a un artista, pretender silenciar el humor y la comedia, por su innata condición crítica de los desaciertos del poder, solo estimula la prominente intolerancia típica de los regímenes dictatoriales. Salvo muy pocas y contadas excepciones, quienes lideran el proyecto de país se olvidan que los ciudadanos diverso-pensantes pertenecen también a ese mismo país.

La patria debe contar con buenos dirigentes que apuesten a la reconciliación, que hagan esfuerzos honestos para que los venezolanos se reencuentren. El pensamiento y las opiniones plurales son factor determinante del desarrollo de una nación. La crítica conduce a la madurez social y al franco progreso. Levantar el telón a voces sin censura, a expresiones libres, es el bien necesario que toda Democracia verdadera merece. @talentofemenino.

Por: Claudio Nazoa
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EL NACIONAL
lunes, 28 de octubre de 2013

Apología de la flatulencia I

Rubén Monasterios

Los latinos llamaron peditum (apéndice o rabito) y, en un lenguaje más elegante, crepitus ventris(crepitación o ruido del vientre), lo que en castellano moderno significa “ventosidad que se expele por el ano” (según el Sopena), y se designa con una variedad de nombres, entre otros: pedo(definición dada, en la primera acepción del término), flato (“acumulación molesta de gases en el tubo digestivo”, 1ª. acepción), meteorismo (“abultamiento del vientre por gases acumulados en el tubo digestivo”), cuesco (en su 2ª. acepción, “pedo ruidoso”),  neuma (del griego neuma, espíritu, soplo, aliento; cultismo por analogía);  y los vulgarismos más o menos locales, que son metáforas funcionales o formales: viento, vapor, pluma. Ventosear, ventear, peer o pear –palabra del habla común no aceptada por la Academia– y peir, en castellano antiguo, son verbos que designan la acción de expeler los gases intestinales. Flatoso, flatuoso, ventosero, pedorrero, pedorreta,pedorro, designan al sujeto de la acción y se dicen en particular de aquel que los emiten frecuentemente y sin aprensión. Pedorreta es el sonido que se hace con la boca, imitando al pedo, usualmente con propósito desaprobatorio. La forma peo no figura en los diccionarios de la lengua ni siquiera como venezolanismo, aunque Corominas y Pascual la reseñan como vulgarismo antiguo; tampoco la considera  Rosenblat en Buenas y malas palabras (Estudios sobre el habla de Venezuela); omisión notable por ser término de uso corriente y el más generalizado para nombrar al pedo en nuestra parla coloquial desde tiempos pasados. El Maestro se refiere a él apenas tangencialmente, en el artículo Tratado general de la rasca (Ob. Cit., II. Ed.  Monte Ávila, 1989. P. 13) y sólo en su acepción de borrachera: “Está peado” o “Está peísimo”, destacando que son “expresiones muy groseras”. Usado en femenino significa lo mismo, como en “tener una pea” y “dormir la pea”; así se dice en una canción popular jocosa del Oriente venezolano: “¡Ah!, cuerpo cobarde, / cómo se menea. / Yo cargo una pea / que Dios me la guarde”. Figura en Diccionario del habla actual de Venezuela (Rocío Núñez y F.J. Pérez. UCAB, l994):

“Peo m 1 coloq Discusión o pelea. / 2 coloq Reprensión. // armar un… coloq Regañar o reprender a una persona con dureza”; y en el mismo sentido en que lo reporta Rosenblat. Se apreciará que entre venezolanos, peo es un término polisémico, que lo mismo quiere decir lo dicho, como riña, escándalo, problema y otras asociaciones análogas; de hecho, es una palabra “comodín” usada en expresiones  como “yo no quiero peos” (no quiero problemas) y “estoy metido en un peo”; “le formó –o armó– un soberbio peo”  (le hizo un escándalo, le dijo unas cuantas verdades, etc.), “deja el peo” (deja de fastidiar, de enredar las cosas, etc.), entre otras;  de aquí que, en nuestro ambiente, al calificar a alguien de “peorro”, de usar el término en la acepción admitida por la Academia de la Lengua para pedorrero, queremos dar a entender que es un  individuo capaz de originar una “muchedumbre de ventosidades expelidas del vientre” (Ob. cit.), o “que frecuentemente y sin reparo expele ventosidades del vientre” (Casares); o que es un formador de peos, esto es, que se trata de un sujeto en alguna medida conflictivo; aunque lo más probable es que a primera oída lo entendamos en este último sentido vernáculo.
Reseñamos las denotaciones populares del término “peo” en sus acepciones de conflicto y borrachera como simples puntos de referencia y a propósito de señalar que no nos interesan en absoluto; en efecto, esta Apología está exclusivamente consagrada al pedo o peo en cuanto fenómeno biofisiológico. Admítase esta obra como un modesto aunque sincero reconocimiento rendido al mismo, así como a los petogénos, petófilos, rinofleristas del flato, eproctofílicos, proctólogos, petómanos y petólogos del mundo.

Arshile Gorki: Sus últimos años

En esta última etapa de la vida del artista, se produce una larga serie de eventos desgraciados, que finalmente lograrán quebrar su férrea voluntad. En enero de 1946, el granero que Gorky estaba usando como estudio para pintar y guardar sus pinturas, se quemó destruyendo casi todos sus cuadros y también, su biblioteca. Tan solo un mes después debió ser operado de cáncer. Este problema tan serio de salud que sobrevino inmediatamente después del incendio, debió haber aumentado su ansiedad con respecto al futuro y a la vez, debió haber opacado la alegría y el optimismo que había  ido cultivando con esfuerzo los años pasados. A partir de estos hechos, su paleta se empieza a oscurecer. Habíamos dicho, sin embargo, que para Gorky, el sufrimiento resultaba en la habilidad de sentir y percibir más profundamente, y fue así que su creatividad floreció después de esos tristes eventos del cuarenta y seis. Gorky continuó pintando directamente desde la naturaleza y así surgieron obras excelentes como la serie "The  plow and the song", del año 1947. En esta serie puede apreciarse siempre una forma de arado, tal y como la que utilizaban los campesinos armenios de su recuerdo.
Arshile Gorky, en sus últimos años, sintió más acentuada una falta de comprensión y apreciación de su arte. A pesar de que unos pocos reconocían su genio, la gran mayoría adoptaba una actitud bastante crítica para con él y su obra. A pesar de haber trabajado durante más de veinte años en New York, había fracasado en obtener el reconocimiento que él sentía que se merecía como un artista de verdadero talento creativo. No era felíz en América. La sociedad americana era para él rica en tecnología, pero muy pobre en cuento a humanismo.
Las terribles experiencias de su infancia, pueden haber fortalecido su voluntad de sobrevivir al incendio y a la grave enfermedad, o bien pueden haber contribuido a su colapso. No lo sabemos bien, pero lo que sí se puede afirmar es que el último golpe que le tocó vivir, ya no pudo enfrentarlo.
En junio de 1948, Gorky sufrió un accidente automovilístico, quebrándose el cuello, y quedando el brazo que utilizaba para pintar, temporariamente paralizado. El dolor insoportable y la angustia le provocaron una fuerte depresión , y como consecuencia de esto, la relación con su mujer empeoró, y ésta decidió llevarse a sus hijas y abandonarlo. El 21 de julio de 1948,  Gorky se suicidó, dejando, a modo de carta, una inscripción tallada en una caja de madera que decía : "Good bye my loveds".
En sus últimos tiempos, antes de las tragedias, Gorky había trascendido el movimiento Surrealista y se había desplazado hacia un lenguaje nuevo y propio, fruto de la combinación de sus memorias de Armenia y de su reencuentro con la naturaleza. Decía que pintaba desde dentro de la naturaleza misma; inmerso en ella, y esto representaba una búsqueda de sentido por parte suya; una búsqueda que se tornó bastante impaciente y desesperada al final de su vida. Las pinturas de Arshile Gorky celebran la vida y la muerte, ya que vida y muerte fueron para él dos planos cambiantes en la existencia eterna. Gorky tenía sólo cuarenta y cuatro años cuando murió. A lo largo de su vida, sufrió mucho, pero también conoció por momentos el sabor de la alegría. Él muy bien reconocía que la vida consistía en ambas experiencias y que cualquiera de ellas podía ser comunicada a través del arte; la habilidad de lograr esto fue su triunfo.
La vida consiste en triunfos y derrotas, pero en el caso de Arshile Gorky, la derrota fue para él más fuerte. Aunque este pintor logró crear un nuevo arte; un lenguaje propio (luego de experimentar con el arte del pasado y con el arte del presente a través de su particular manera de sentir); en cierto sentido, ese arte fracasó, ya que no le sirvió para reunificarse y  reconciliarse consigo mismo.
  "He could not at the end reconstitute his contradictory position into yet another configuration of harmony" [Nercessian, Nora, "The defeat of Arshile Gorky". "Armenian Review"(Boston). Spring 1983, p. 98].
La abstracción no resultó ser el camino de emancipación que él había esperado que fuera. El arte sí podía comunicar lo irracional de la vida, pero no podía solucionarlo. En 1947, Gorky había expresado : "My art is my salvation" [Nercessian, Nora, "The defeat of Arshile Gorky". "Armenian Review" (Boston). Spring 1983, p. 99.], pero este profundo anhelo no pudo convertirse en certeza. La única herramienta que había utilizado para sobrevivir a lo largo de sus días, no pudo ayudarlo a resarcirse y el darse cuenta de esto fue la causa  del fin de su arte y de su vida.
 
Conclusión
Los elementos autobiográficos aparecen en la gran mayoría de las obras de Gorky. Los historiadores del arte han interpretado muchas imágenes como referencias a un padre que tuvo que dejar a su familia, cuando su hijo era pequeño. Otros trabajos han sido interpretados como referentes a su madre, quien murió como consecuencia de las penurias pasadas en Armenia. Ya hemos analizado los Retratos Armenios y los sentimientos que éstos revelan. Hemos visto el uso del color que evoca los paisajes de la tierra natal, los elementos que nos remontan a la infancia del artista como ser los arados, las pantuflas armenias y el delantal de su madre. Por último, también hemos visto los títulos muy explícitos de sus obras que nos remiten directamente a Armenia.

"My art is therefore a growth art where forms, shapes, memories of Armenia germinate, breathe, expand and contract, multiply and therby create new paths for exploration" [Sweeny, op.cit., p. 5].

Arshile Gorky trabajó toda su vida en el contexto de una ardua búsqueda de sentido; sentido de la vida en general y sentido de la propia identidad; de su propio ser. Ese camino lo llevó a descubrir a un alma armenia sola y confusa, lejos de su país natal y esto mismo lo llevó a crear un vínculo con su tradición a través del arte. Podemos ver claramente que la intención de Arshile Gorky fue la de poseer nuevamente a su hermosa Armenia a través de su pintura, y en gran medida lo logró.
 
Bibliografía 
-Lader, Melvin P. "Gorky". Abbeville. Modern Masters. New York. U.S.A., 1985. 
-Waldman, Diane "Arshile Gorky. A Retrospective (1904 - 1948)". Ed.Carol Fuerstein. New York. U.S.A.,1981.
Artículos 
-Nercessian, Nora "The defeat of Arshile Gorky". Published in "Armenian Review". Spring, 1983. 
-Sweeny, Jim "Arshile Gorky". Published in Ararat, a quarterly. Volume XXXVI. Autumn, 1995.

"Arshile Gorky: Una experiencia armenia en la diáspora"
Lic. Maria de la Paz Albarracín

domingo, 27 de octubre de 2013

“Llegó la harina. ¡Vente!”

ElPaís.es: “Llegó la harina. ¡Vente!”
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Están ocurriendo todos los acontecimientos que se suelen dar cuando la economía se la pega contra la pared. Encontrar papel higiénico una ardua búsqueda en la red de supermercados y abastos

Revolución sin fondos

 

■ El Gobierno importará 400.000 toneladas hasta fin de año.

■ BCV registra desabastecimiento de 79% en el caso del papel higiénico.

■ Venezuela se aferra a un modelo económico que mantiene al país desabastecido de alimentos básicos.

■ El país no tiene divisas y se está produciendo un problema de abastecimiento que el Gobierno achaca a una conspiración.

El jueves pasado llegó la harina de maíz precocida al supermercado más grande del barrio Santa Cruz, al sureste de Caracas (Venezuela), donde las casas se amontonan sobre suelos inestables. Al pie de esa colina hay talleres mecánicos, ferreterías, una parada de autobuses y contenedores rebosantes de basura. Los habitantes se enteraron de la llegada de la harina sin necesidad de mirarse o hablarse. Es una práctica extendida entre los consumidores venezolanos: solo tienen que observar las bolsas que cargan los vecinos que vienen del supermercado para saber si están disponibles o no los productos que escasean.

¡A comer yuca!

Desde hace varios meses no se consiguen con facilidad la harina de maíz precocida en su presentación de un kilo —la base para cocinar las arepas, el plato típico venezolano—, el aceite, la leche en polvo y líquida, el azúcar, la mantequilla o el pollo. Hay que recorrer varios supermercados o comprarlos a los vendedores informales. Al desabastecimiento se suma la escasez. Ahora el promedio de escasez es del 20%, un porcentaje que no se había alcanzado en los cuatro años anteriores según los informes del Banco Central de Venezuela (BCV). Y desde 2005 el marcador no ha bajado del 10%, lo que indica que en Venezuela la escasez es ya crónica, de acuerdo con el economista Ángel Alayón. “Lo normal es 5%”, explica. En septiembre el índice trepó a 21,2% el segundo más alto del año.

Venezuela ha llegado a esta situación por una combinación de varios factores: un control de precios de productos esenciales vigente desde hace una década que solo es revisado por el Gobierno cuando estos no aparecen en los anaqueles; la sobrevaluación del tipo de cambio que fomenta las importaciones en desmedro de la producción local y el contrabando de extracción. Los productos venezolanos cruzan la frontera con Colombia pese a los esfuerzos que hace el Gobierno por evitarlo.

Rosa Delgado, una vecina de Santa Cruz que la tarde del jueves se acercó al supermercado, llevaba dos meses sin conseguir Harina Pan, la presentación producida por el gigante alimentario Alimentos Polar, la marca de su preferencia en harina precocida. Cuando vio a unos vecinos del barrio con el producto le pidió a su hijo Yonaiker Pico que la acompañara. Los bultos de harina estaban dispuestos de cualquier forma en el pasillo del fondo del supermercado sobre una paleta de madera. Yonaiker abrazó 12 paquetes. Como entre los dos no podían llevarse todos los paquetes, Yonaiker le escribió un mensaje de texto a su hermana. “Llegó la Harina Pan. Vente”.

Una hora después la clientela casi había acabado con todas las reservas. Apenas quedaban algunos bultos que la gente despedazaba con la desesperación del hambriento. Los empleados del supermercado miraban el espectáculo con cierta indiferencia aunque trataban de identificar si sobraba algún paquete para guardarlo. Eran las sobras, sí, pero en una situación de persistente desabastecimiento trabajar en un sitio donde venden comida es un privilegio. Una de las supervisoras de pronto dijo en voz alta: “Los empleados pueden pasar por la caja número ocho con su carnet para pagar su compra”.

Elba, una de las empleadas del supermercado que retiraba los retazos de los bultos, apartó entonces un empaque aplastado y siguió hurgando entre los restos que habían dejado los clientes a ver si conseguía algo más. Puede llevarse hasta cuatro unidades. Esa es otra de las regulaciones impuestas por los supermercados para evitar que una persona se lo lleve todo. Pero la gente encuentra la forma de saltarse esa regla. “¿Ves aquel muchacho que está allá?”, le dice la cajera a una mujer que se dispone a pagar. “Él ha entrado varias veces a comprar Harina Pan. Yo no puedo hacer nada porque a mí me pagan por facturar la compra”. Lo más probable es que aquel hombre luego revendiera el producto al triple o al cuádruple de su valor en las redes de la economía informal. O lo almacenara en su casa.

Esa desesperación del consumidor está reflejada en las cifras del Banco Central. El informe más actualizado asegura que de cada 100 establecimientos visitados por los técnicos en 71,4 no había harina de maíz precocida de ninguna marca. En 85,8 faltaba la leche entera en polvo, en 84,2 los aceites mezclados y en 85,3 el azúcar. El supermercado de Santa Cruz no tenía el jueves azúcar ni leche en polvo. Nadie tenía la certeza de cuándo podría llegar. Elba, la empleada del supermercado, dice: “Nosotros no podemos tener inventarios. Mercancía que llega, mercancía que sale hasta que se la llevan toda”. Las grandes cadenas temen que si tienen stock los acusen de acaparadores.

Este jueves el Gobierno anunció que los controles seguirían. El gabinete económico ha decidido afrontar la crisis apelando a las reservas estratégicas de alimentos e importando masivamente todo lo que falta. Entre noviembre y diciembre, según el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, llegarán 400.000 de alimentos provenientes de Nicaragua, Argentina y Brasil.

El presidente, Nicolás Maduro, ha insistido en que su Gobierno es víctima de una “guerra económica” y que si los empresarios produjeran no habría desabastecimiento. Las empresas tienen en el diferencial cambiario una tentación muy grande. Es más rentable producir cantidades controladas con los dólares preferenciales que entrega el Gobierno y quedarse con una parte para revenderlos en el mercado negro. Las ganancias son del 500%.

Los clientes del supermercado que ya habían completado su cupo de harina revisaban al final de la tarde las existencias de papel higiénico, aceite y mantequilla. No parecía llamarles tanto la atención El papel solo se vendía por rollos y había llegado al país procedente de Colombia. La mantequilla, marca Mirasol, no era tomada en cuenta por los clientes, que estaban buscando Mavesa, una marca de Alimentos Polar que ya casi no se ve. Al final de la tarde, cuando la afluencia de clientes en el supermercado ya había bajado, Yonaiker seguía esperando a su hermana para poder llevarse los 12 paquetes de harina. Si ella no llegaba, Rosa y él solo se podrían llevar ocho. Parecían preocupados. Entonces otro cliente les dijo: “Señora, pague y vuelva a entrar otra vez”.

Aumenta escasez de alimentos y rubros de cuidado personal. Atrás ha quedado el tiempo en que la escasez se concentraba en pocos productos.

Mercado difícil:

Atrás ha quedado el tiempo en que la escasez se concentraba en pocos productos, las estadísticas oficiales desnudan que la lista de alimentos básicos y bienes de cuidado personal que los consumidores no encuentran en supermercados y abastos crece de manera constante en una economía donde la oferta y la demanda permanecen divorciadas.

El índice de escasez que elabora el Banco Central para medir el desabastecimiento en Caracas, registra el incremento de la escasez en 18 de los 19 rubros de alimentos y cuidado personal a los que la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop) les controló el precio el año pasado.

Entre los casos más resaltantes se encuentra que al cierre de septiembre en 79 de cada 100 establecimientos comerciales de Caracas no había papel higiénico, mientras que en diciembre el número de locales desabastecidos se ubicaba en 17; en el caso de las compotas la escasez aumenta desde 0,6% hasta 15,8% en este mismo lapso; en ceras para pisos desde 7,8% hasta 43,1% y jabón de baño desde 8,1% hasta 19,4%.

Decididos a contener el avance de la inflación en un año en que Hugo Chávez buscaba afanosamente la reelección, los directivos de la Sundecop emitieron una resolución que en abril de 2012 rebajó el precio de los principales rubros de cuidado personal y desde entonces, no ha permitido que las empresas aumenten el valor de los productos.

La consecuencia es que el congelamiento de precios impulsa la demanda mientras que las empresas disminuyen la oferta porque enfrentan problemas para cubrir costos de producción y, por tanto, la escasez se esparce.

El contrabando también entra en el juego. Por contar con un precio artificialmente bajo las marcas de pañales, detergentes o cremas dentales reconocidas internacionalmente están saliendo de Venezuela de forma ilegal a países como Colombia, donde son revendidos.

El Gobierno está consciente del desajuste. En junio el vicepresidente, Jorge Arreaza, y el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, entregaron al Presidente de la República, Nicolás Maduro, un punto de cuenta donde plantean la necesidad de autorizar incrementos en el precio de los 19 rubros controlados por la Sundecop desde un mínimo de 3% hasta un máximo de 24% pero aún no se ha tomado ninguna medida.

Desabastecimiento:

Las familias no solo tienen que lidiar con la ausencia de productos de cuidado personal, el Banco Central desnuda que en septiembre 16 alimentos se encuentran en la categoría de serios problemas de abastecimiento, es decir, con una escasez superior a 41%.

En 98,8 de cada 100 establecimientos comerciales de Caracas no había aceite de maíz, en 84,3 faltaba la leche completa en polvo, en 80,8 el azúcar, en 73 la harina de maíz precocida, en 64,3 la harina de trigo y en 58,4 la mantequilla.

Además los consumidores tienen mucha dificultad para adquirir leche descremada en polvo y líquida, aceite de girasol, aceites mezclados, arvejas, leche completa líquida, cortes de carne como punta trasera y muchacho, queso blanco pasteurizado y margarina.

Al igual que en el caso de los productos de cuidado personal analistas indican que el desabastecimiento de alimentos básicos obedece al congelamiento de precios, contrabando y factores adicionales como caída de la producción en empresas estatizadas, malversación en dólares autorizados por Cadivi y retraso en los puertos al momento de descargar las importaciones.

Para el Gobierno no es fácil permitir ajustes en el precio de los productos controlados en momentos en que la inflación se ubica en el nivel más alto de los últimos 17 años, por ende, en el corto plazo, se dispone a enfrentar el desequilibrio con un plan de importaciones.

Rafael Ramírez, vicepresidente del Área Económica, afirmó el miércoles de esta semana que “estamos preparando una ofensiva, una cosa masiva de importación de alimentos”.

Para cancelar estas importaciones la administración de Nicolás Maduro contempla utilizar dólares en efectivo, bonos que organismos públicos tienen en sus portafolios y permitir que otros países paguen deudas pendientes con Venezuela a través del envío de alimentos.

Por: Alfredo Meza
Víctor Salmerón
Caracas, domingo 27 de octubre, 2013

EL ponehuevos


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“Clua, clua, clua, clua,
clua, cluaaaaa…”

I.

Es horrible lo que me está pasando y sé que nadie me lo va a creer, pero, por una extraña razón, llevo días viviendo en el cuerpo de una gallina. Al principio pensé que era una pesadilla. Pero no. Todo era real y lo descubrí ayer cuando al intentar hablar con el señor que cuida el gallinero, me escuché decir: “¡Clua, clua, clua, clua, clua, cluaaaaa…!”.

Fue entonces cuando el hombre me agarró por el pescuezo, me acercó a su rostro y me miró con hambre. Giré mi cabeza con expresión estúpida, y luego, con el corazón acelerado y mi piel literalmente de gallina, me zafé y corrí cuando le escuché decir: “¡Hmmmm, esta gallina está rica y gorda como para un buen sancocho!”.

Cuando creí estar lejos, me volteé, agité mis alas, moví el pescuezo e iracunda, grité a todo gañote: “Clua, clua, clua, clua, clua, cluaaaaa…”, que en el idioma humano quiere decir: “¡Sáquenme de aquiií…! ¡Yo no soy una gallina. Soy Claudio Nazoa, el comehuevos!”.

¿Dónde están mis brazos y qué son estas plumas? ¡Quiero carne o un perro caliente de la Plaza Venezuela, pero lo único que me arrojan es maíz duro y arroz picado! Como si fuera poco, esta mañana metieron en la jaula a un pato horrible al que no le entiendo ni pata y que se ha pasado el día persiguiéndome y gritándome: “Cua, cua, cua…”.

II.

Por andar fisgoneando descubrí que vivo en el Mercado de San Martín, y eso es terrible, porque si no salgo rápido de aquí voy a parar en una olla con agua caliente, rodeado de verduras, cilantro y sal, para luego ser el sancocho de algún borracho que juega dominó, habla de política y bebe cerveza parejo.

La estoy contando de vainita, porque esta mañana amarraron mis paticas con un mecate que le quitaron al cadáver anterior al que, por cierto, vendieron a muy buen precio, claro, con esta escasez que hay. Luego me pesaron, pero, afortunadamente, el tipo que me iba a comprar dijo: “No sé, pero esta gallina da como asco, además, es medio calva y tiene las patas torcidas”.

Al principio me molesté y quise darle un picotazo donde más le duele, pero después junté mis alitas y le di gracias a san Francisco de Asís, ya que, por mi repugnante aspecto de gallina pataruca, logré salir con vida.

III.

Queridos lectores, espero que alguno de ustedes se apiade de mí, suelte el periódico y corra al mercado para salvar mi vida, porque lo que es la vergüenza ya la perdí, tanto que no puedo negar que estoy completamente enamorado(a) de un gallo fino que metieron en el gallinero ¡y que nos raspó a toditas! ¡Fue amor a primera vista! El tipo se me montó y me pisó sin darme tiempo a nada, y aunque no llegué al orgasmo, porque fue muy rápido, me gustó.

Qué pena… acabo de darme cuenta de que estoy esperando un huevo, razón por la que imploro a todos los lectores que se abstengan de consumir huevos en los próximos días, ya que en una de esas podrían comerse a mi hijo frito, tibio o en una tortilla matutina.

No puedo continuar escribiendo porque se acerca mi gallo. Me gusta, y a pesar de que es un eyaculador precoz, posee un increíble sentido del humor, por ejemplo, el otro día, antes de que pasara lo que tenía que pasar, me contó un viejo chiste de gallinero: “¿Sabes por qué las gallinas no tienen tetas?”, me preguntó mientras, seductoramente, pasaba su ala derecha sobre su enorme cresta. Yo, toda recatada, le respondí que no sabía. Él, batiendo sus alas, dijo: “Porque los gallos no tenemos manos”.

IV.

No puedo seguir escribiendo porque, justo en este instante, estoy poniendo un huevo.

Claudio Nazoa
EL NACIONAL
lunes, 30 de septiembre de 2013