miércoles, 13 de septiembre de 2017

William Saroyan


WILLIAM SAROYAN

(Fresno, California, 1908-1981), hijo de inmigrantes armenios, abandonó los estudios a los quince años de edad y empezó a escribir febrilmente mientras subsistía gracias a pequeños trabajos precarios (como el de la Compañía de Telégrafos de San Francisco). A principios de los años treinta aparecieron sus primeros relatos y, en 1934, con la publicación de El joven audaz sobre el trapecio volante, obtuvo el reconocimiento general del público y de la crítica, que ha permanecido invariable hasta nuestros días.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Albóndiga


A pesar de ser un plato con larga tradición en nuestros fogones, las albóndigas, 'bolas de carne o pescado picados menudamente', hunden sus raíces en la cocina árabe, en la que perviven diversas preparaciones muy semejantes. Lo mismo ocurre con la palabra, que se introdujo en español a principios del siglo XV y deriva del árabe clásico bunduqah ('bola'), a través del árabe andalusí albúnduqa.

Sin embargo, hay que remontarse mucho más atrás para encontrar su verdadero origen, concretamente al griego [káryon] pontikón, '[nuez] póntica'. En Grecia, se denominaba así a la avellana, que debía crecer abundantemente en Asia Menor, en torno al mar Negro (el Ponto Euxino griego). La semejanza de su forma no pasa desapercibida, pero llama la atención la diferencia de tamaño. ¿Acaso por entonces las albóndigas tenían un diámetro apenas superior al de una avellana? Es posible, porque los tiempos han cambiado mucho y la disponibilidad de los alimentos —y en particular de la carne— también.

La voz albóndiga es muy anterior a los primeros diccionarios académicos y estaba plenamente asentada cuando se publicó el primero, en 1726. En él se define así: «Guisado compuesto de carne picada, huevos, y especias con que se sazona, mezclándose todo en forma redonda, como un bodoque o nuez».

martes, 29 de agosto de 2017

La muerte habla


Érase una vez un mercader de Bagdad que envió a su criado al mercado para comprar provisiones, y el criado regresó al poco rato, pálido y tembloroso, y dijo: Amo, cuando estaba en el mercado, una mujer me empujó en medio de la multitud, y cuando me volví, vi que era la muerte quien me había empujado. Me miró e hizo un gesto amenazador. Prestadme vuestro caballo, huiré de esta ciudad y burlaré a mi destino. Iré a Samarra, y allí la muerte no me encontrará. El mercader le prestó el caballo, el criado lo montó, hundió las espuelas en sus flancos y el caballo partió a galope tendido. Después, el mercader fue al mercado, me vio entre la multitud, se acercó a mí y dijo: ¿Por qué hiciste un gesto amenazador a mi criado cuando te vio esta mañana? No fue un gesto amenazador, dije, solo de sorpresa. Me sorprendió verle en Bagdad, porque tenía una cita con él esta noche en Samarra.


"En pocas palabras"
Jeffrey Archer

lunes, 28 de agosto de 2017

La Caca y La Vida


Durante nuestra existencia nos pasamos entre uno y tres años de la vida en el váter.

Sumando todas las veces que el ser humano va al lavabo durante su periplo vital, nos sale una media de 9.000 horas. Examinado con más profundidad y con zoom cronológico, esto conlleva unas 2.500 veces por año, o lo que viene a ser lo mismo, entre seis y ocho veces al día.

Estudios sociológicos suecos confirman que los europeos que leen en el lavabo se pasan allí el doble de tiempo (con el doble de fístulas, claro).‎


Expulsiones anuales y anales


De media, cada persona expulsa unos 181 kilos de heces al año. Aunque los sujetos aficionados a la fibra defecan con más regularidad y pueden llegar a excretar… ¡300 kilos al año!

La escatologia 


El estudio de los excrementos y los fluidos que salen de nuestro cuerpo para observar la dieta y la salud o la enfermedad es parte de la fisiología y se llama escatología. Pero la escatología también tiene otro significado.

Cualquiera que consulte el diccionario con regularidad, que es algo que la gente debería hacer con frecuencia para no sufrir la estulticia general que nos rodea, sabrá que se trata del conjunto de creencias y doctrinas religiosas referentes a la vida de ultratumba.

Si las dos materias comparten nombre y confusiones, también plantean dudas muy interesantes para nuestros estudios: ¿hay caca después de la muerte? Filósofos y teólogos han debatido sobre el sexo de los ángeles, pero para la vida eterna también hay que preguntarse: ¿hay lavabos en el Cielo y el Infierno? Y si fuera así, ¿en el Cielo hay papel o nos podremos limpiar con una nube?‎

"El gran tratado de la caca"
Martín Piñol

domingo, 27 de agosto de 2017

El bisturí anestésico


El Congreso de Cirugía Postmodernista inició con un discurso del Presidente de las Federaciones Latinoamericanas de Medicina, en el Salón para Conferencias del Hotel Paracotos [Caracas].


Después de varias demostraciones de novedades en el Campo de la Medicina e intervenciones quirúgicas [no simuladas ni proyectadas en video, absolutamente «en vivo»], realizadas por representantes de distintos países, el Doctor Tales de Venezuela tuvo la oportunidad de presentar lo que calificó como Bisturí Anestésico [tenía un cilíndrico mango, similar al de una inyectadora].


Ya tenía un voluntario para someterlo a la extirpación del único de sus testículos afectados, diagnosticado con Atrofia Celular Severa Multipólipos.‎

Las cámaras de televisión enfocaron el instante cuando Tales mostraba el revolucionario instrumento:

—El paciente no requiere anestesia vía intravenosa, total o parcial —expresó el sorprendente cirujano—. Mi Bisturí Anestésico corta, insensibiliza y esteriliza, simultáneamente, la zona dañada.

Ejecutó la incisión, que fue difundida mediante enormes pantallas para el monitoreo de las operaciones. Cuando el paciente quiso desahogar su fortísimo dolor con un alarido, el médico le tapó la boca y aproximó su rostro al suyo. En tono amenazador, le murmuró al oído:

—Si gritas te corto también el otro testículo, imbécil.‎

"Absurdos"
Jiménez Ure Alberto

Muerte de mi madre

Me he enterado por un telegrama que ha llegado esta noche. Había cumplido su tiempo. Desde hacía unos meses daba señales inquietantes de extrema vejez. Sin embargo, esta misma mañana he recibido una postal suya del 8 de octubre, que no revelaba ningún debilitamiento mental. Decía en ella que era presa de una melancolía, que, según dice —añadía— es la de la vejez. Esta noche, estaba en mi casa J.M.; festejábamos su cumpleaños. Alguien ha llamado; no he abierto. Unos minutos después, he ido a ver si habían dejado una nota o algo. Nada. Una hora después, al ir a buscar un libro, he visto un telegrama metido por debajo de la puerta. Antes de abrirlo, ya sabía yo el contenido. He vuelto sin decir palabra de lo que había ocurrido. Sin embargo, hacia las 11 J.M. me ha dicho que se iba, que yo debía de estar cansado, que estaba pálido. Y eso que he ocultado lo mejor posible mi pena y creo haber estado muy alegre todo el rato. Pero debía de haber dentro de mí una labor secreta que se me transparentaba en la cara.


Todo lo bueno o malo que tengo, todo lo que soy, se lo debo a mi madre. Heredé sus males, su melancolía, sus contradicciones, todo. Físicamente, me parezco a ella punto por punto. Todo lo que ella era se agravó y exasperó en mí. Soy su éxito y su fracaso.

 

jueves, 29 de junio de 2017

Aunque se enciende el país


2017/06/29  

Laureano Márquez

"Si este niño no es para mí, no será para nadie, prefiero verlo muerto". Algo así debió decirse a sí misma con malsana envidia, frente al trono del rey, aquella pérfida mujer que en la noche cambio a su hijo muerto por el de su vecina. Ésta acudió al sabio rey, convencida como estaba que su vástago era el que estaba con vida. El rey Salomón pidió a uno de los guardias que desenvainara la situación y cortara al niño vivo en dos mitades iguales para zanjar el pleito, dándole, a cada una de las supuestas madres, su pedazo de muchacho. La madre verdadera, llena de dolor rogó al rey que se lo entregara completo y vivo a la otra reclamante. Por este gesto de amor desprendido supo Salomón cual de las dos era la madre verdadera.

Estamos llegando a un tiempo terrible, tiempo de caos propiciado desde las alturas del poder. De quien prefiere ver el país destruido antes de ceder su insostenible posición. Frases como "aunque se incendie el país" son temerarias. Es una insensatez promover la locura, la violencia, el saqueo.

La anarquía, aunque etimológicamente es "sin orden" en su raíz griega, nos conduce a la ley de la selva, del más fuerte, del mejor armado, del más violento y desalmado. La ausencia de orden y de ley, puede llegar a ser la más terrible de las leyes. Es un disparate pensar que alguien puede sacar algún dividendo de ello. La ruina es solo destrucción de todo aquello que afanosamente durante muchos años ha sido edificado y puede tomar minutos. Es la vida de la gente lo que está en juego, en sentido metafórico (donde ha puesto todos sus años de esfuerzo), pero también en su sentido real. Se respira en el ambiente el grave riesgo que corremos todos, jacobinos y girondinos. La historia enseña que cuando el invento del Dr. Guillotin entra en acción, fácilmente se pierde el control.

Venezuela ha vivido a lo largo de su historia momentos terribles. Del español heredamos –según Gil Fortoul- el indomable espíritu de la guerra. Del pasado democrático podemos discutir muchas cosas, cuestionar otras tantas, pero fue el período de paz más largo que conoció Venezuela. Los políticos de antes, seguro cometieron muchos errores, pero nunca arriesgaron de tal manera el destino de sus conciudadanos, cierta mesura regía sus conciencias, había límites, incluso en los de mayor desenfreno. Si vamos más atrás, hallamos guerras civiles, montoneras, caudillos, rotundas y generalotes. Más atrás aún, la guerra a muerte, con atrocidades de parte y parte: en Valencia Boves organizó un baile donde obligaba a las damas de la ciudad a bailar el Piquirico a latigazos suyos, mientras sus huestes asesinaban a lanzazos a los hombres de la ciudad como si estuviesen cazando bestias. Bolívar por su lado, ante la arremetida realista ordenó fusilar a los prisioneros españoles y canarios de La Guaira, incluyendo a los enfermos del hospital, hasta llegar a la cifra de 800 gentes.

Quien esto escribe es de los que piensa que nuestra tierra ha tragado demasiada sangre derramada injustamente; que es menester una mirada de amor sobre nosotros mismos; que la única paz duradera es la que puede construirse sobre la voluntad mayoritaria de los ciudadanos; que 40 años de puntofijismo nos enseñaron que ser mayoría no comprende la aniquilación del otro, sino su inclusión, porque más allá de la opinión política, está la ciudadanía como derecho inalienable; que es insensato trampear con artilugios leguleyos la voluntad soberana para fingir mayorías que no se tienen, porque tarde o temprano las mentiras caen y es peor; que se puede fusilar el Congreso, como Monagas, pero que la historia te lo cobra; que no es justo, ni bueno, ni honorable, ni sensato, ni patriota pasar por encima de la voluntad de todos, "aunque se incendie el país", porque bombas lacrimógenas hay muchas, pero extintores veo muy pocos y ya se sabe que las llamas son ingobernables.

La entrada Aunque se incendie el país aparece primero en Página Oficial del Humorista venezolano Laureano Márquez.‎

domingo, 25 de junio de 2017

Nicolas Calígula

En Caligula, the untold story, una película triste y barata que pretende explotar al mismo tiempo la historia y el sexo, hay, sin embargo, para efectos de lo que aquí vamos a tratar, un parlamento que podría parecer verdadero. El diálogo transcurre en las gradas del trono del emperador romano. Calígula moja sus dedos en la sangre todavía fresca de las víctimas que han caído en su presencia.

—Los dioses van a empalidecer ante tanta sangre —le dice Petrelio, su consejero.

—Petrelio, ¿me odias? —le pregunta el emperador.‎
—No, para nada, aunque te parezca extraño. Pero no puedo dejar de ver tu crueldad, tu perversión, tu confusión.

—¿Te aterroriza la vista de la sangre? ¿Nunca mataste cuando estabas en las legiones?

—Los que murieron por mi causa murieron en batalla.

—Demasiada modestia, Petrelio. Te envidio porque nunca sabré qué es la modestia.

—No es verdad que me envidias. Son los dioses, el poder divino, lo que quieres. Pero acuérdate, César: ¡el poder divino está en la creación, no en la destrucción!

—No hay diferencia entre creación y destrucción. Y en cuanto a envidiar a los dioses, si es que crees en ello, te digo que para un hombre que ama el poder la rivalidad con los dioses tiene un sabor de provocación. Sin embargo, yo les comprobé que un hombre puede hacer las mismas cosas si no tiene miedo de existir.

—Eso es una blasfemia.

—No. Es una revelación. La única manera para ser igual a los dioses es rivalizando con su crueldad. Sólo entonces lo imposible se convierte en posible.

Caricatura: Eduardo Sanabria



viernes, 23 de junio de 2017

Petróleo y Semen



La nueva historia de Venezuela se escribe sobre los vastos campos de Mene con el dedo de los hombres que trabajaron en la industria petrolera. Había campamentos, establecidos por las compañías explotadoras del hidrocarburo, donde "con frecuencia ‎se reunían, jugaban a los dados y bebian aguardiente más de doscientos hombres", como lo cuenta Miguel Otero Silva, en su novela Oficina No. 1.

En este ambiente, "comenzó a nacer el bahareque y a llegar la gente (...) que aspiraban a estar presentes cuando reventase el primer pozo y comenzara a correr el dinero". Junto a los "adelantados", llegaron las mujeres, la nota que faltaba al jolgorio nocturno de la sabana desierta, calurosa y fétida.

En el relato de Otero Silva, se narra que las primeras prostitutas en llegar fueron dos: María Pollito y María Gallina: "cada una hizo su choza aparte y seguramente se pusieron de acuerdo para cobrar la misma tarifa. Un mes más tarde apareció la Greta Garbo, cuyo verdadero nombre nadie lo sabía, una rubia huesuda y ojerosa que había estado en Caripito y hablaba sus palabritas en inglés (...) La Greta Garbo cobraba el doble que cualquiera de las dos Marías". Las prostitutas ocuparon un lugar preponderante y vital en las compañías que se asentaban sobre el oriente y occidente del pais. Su capacidad para compartirse evitaba problemas en aquellos lugares de hombres curtidos por la pobreza, que dejaron las guerras que azotaron a Venezuela antes de que llegara el dictador Juan Vicente Gómez al poder.

‎Petróleo y semen se fundieron dentro de la orgía de dinero que corría y se fugaba del país. Comenzó en 1880, cuando Petrolia Táchira trabajó en el campo La Alquitrana, recogiendo el petróleo en baldes, hasta que los equipos de perforación y destilación llegaron de Pensilvania. La industria avanzó lentamente. Petrolia luchó por consolidarse, contrató más obreros, pero las concesiones, por orden del mismísimo "Pacificador" Gómez, favorecían a las grandes empresas extranjeras, como la General Asphalt y Caribbean Petroleum, a través de la Compañía Venezolana de Petróleo, que operaba en la esquina de Llaguno (en plena avenida Baralt, por cierto, ocupada ahora por prostíbulos baratos). Los obreros que se iniciaron en la compañía nacional se trasladaron a otras zonas, como los valles del Zulia.

La fama de la región zuliana alcanzó todos los rincones del país. Gency Poncio, prostituta francesa que cuenta sus memorias en el libro La Madame, refiere que Maracaibo era conocida como la "ciudad del oro negro, por la abundancia de petróleo". Allí alquiló una "casa grande, ubicada cerca del mercado principal y el hotel Veracruz. Contratamos unas cuantas mujeres y empezamos el negocio, una casa de citas (...) Generalmente los clientes venían en las tardes. Oscilaban entre veinte y treinta diarios, que eran atendidos por cinco mujeres que trabajaban conmigo desde la una de la tarde hasta las dos de la mañana, incluyendo los sábados y domingos ". Las fortunas que se dejaron en esos burdeles fue tal que permitió a mujeres de pocos recursos y bajo nivel educativo vivir más que holgadamente. Unas cuantas también borraron su reputación, e incluso su memoria, con los matrimonios que contrajeron con reputados empresarios y gerentes de la industria transnacional. La prostitución fue una de las maneras en que la huella del petróleo se dibujó por todas las capas de la población. 

Los Burdeles: lugares que retratan la actitud de cada época 

Domenico Chiappe
El Nacional, 03 agosto 1998
Venezuela

miércoles, 14 de junio de 2017

MANUAL DEL GUERRERO VENEZOLANO- LECCIÓN 1


2017/05/16 01:11
MCH @ panfletonegro
UN PASO

El escape de los mil cautiverios

comienza con un primer paso;

La cadena de los eslabones rojos

no se rompe de un carajazo.

No hay atajos que condonen,

no hay pasadizos en los rincones;

Cada metro debe ser sudado,

cada centímetro capturado.

Es nuestro deber, nuestro calvario,

es doloroso pero es necesario;

Es la pesadilla que se convertirá en sueño,

es lo único que no pueden quitarnos.

Con este karma fuimos bendecidos,

con estas cadenas fuimos favorecidos;

Es el precio de las proezas,

de los héroes y de las leyendas.

Somos la envidia de los ociosos,

de otras latitudes y sus perezosos;

De aquellos que anhelan tiempos de gloria,

que sueñan con epopeyas y con victorias.

La libertad gratis no llega,

si no eres tú ¿quién te libera?

Pues si el caballo blanco fue desbocado,

con el sudor de tu frente debes sojuzgarlo.

El camino parece lleno de obstáculos,

pero sólo a contraluz del ocaso;

Si lo ves desde el sol que amanece

son peldaños, escalones que ascienden.

A lo lejos está la pradera

¿La ves allí? No hay quien la mueva;

Con sus ríos de sueños y de sonrisas,

y el tricolor de la libertad danzando con la brisa.

Pero ojo con el apuro y con la prisa,

correr te hundirá en las arenas movedizas;

No olvides que fue el impulso del corazón arrebatado,

lo que le abrió las puertas a la bota del tirano.

Cuidado con las oscuras murmuraciones,

son susurros de la tiranía para ablandar los corazones;

No escuches sus llantos de sirena,

para detenerte sus bigotes dirán lo que sea

Sólo la marcha firme y lenta

te llevarán más lejos, más rápido;

Recuerda que el viaje de las mil longitudes

comienza con ese primer paso.

¿Te parece largo el sendero?

¿No estarás equivocado?

¿Viendo hacia lo ya recorrido;

Hacia el pasado, y el camino transitado?

Si volteas hacia adelante,

hacia el futuro inexplorado,

verás que ya no falta mucho,

que no queda sino el último paso.

—————

EL GUERRERO VENEZOLANO PERSISTE

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martes, 13 de junio de 2017

VI-VI-VI



Cita de la Biblia:

«Y él obligó a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, a recibir una marca en su mano derecha o en su frente, de tal modo que nadie pudo comprar o vender sin la marca, que es el nombre de la bestia o el número de su nombre. Este número es 666».

Apocalipsis 13:16-18.


Si la Biblia, en el libro del Apocalipsis nos dice que sin el signo de la bestia no podríamos ser capaces de comprar, vender, hacer transacciones comerciales, etc., entonces la pregunta es: ¿es Internet una necesidad para hacer negocios? Hay que notar que Internet también se conoce como la WorldWide Web, así: WWW = VIVIVI = 6 6 6. Poco a poco, todo el mercado laboral y financiero se está orientando hacia las puertas de la red Internet, hasta que algún día sea indispensable para realizar cualquier tipo de acción (por ejemplo, comprar o vender bienes, transacciones comerciales). Y ¿no está Microsoft intentando siempre tener el ‎monopolio de la tecnología software para manejarla, y ahora de Internet?

El Apocalipsis también dice que la marca de la bestia se portará en la mano y en la frente de cada uno… Si Internet fuera en realidad el signo de la bestia, ¿no estamos empezando a llevarlo en nuestras manos (usando el mouse o ratón) y en nuestras frentes (la pantalla)?

¿Estamos dejándonos llevar por nuestra imaginación, o sólo se trata de especulaciones que invaden nuestra mente en busca de esos mensajes subliminales que se esconden por todas partes y que al final nos manejarán como simples marionetas sociales? Por último, quisiera recordar el mensaje que se desea transmitir. Como conclusiones a este artículo, sólo cabe plantearnos algunas dudas: si realmente esto es cierto y Bill Gates puede que sea el ANTI-CRISTO, ¿vamos a cancelar nuestra conexión a INTERNET? ¿Vamos a renegar del uso de los paquetes de MICROSOFT, entre ellos WINDOWS? ¿Vamos a abandonar los ordenadores? Quizá la respuesta está escrita en el Apocalipsis de la Biblia o quizá Nostradamus omitió algún detalle en sus centurias, lo que centurias, lo que está claro es que esto nos da que pensar… ‎

Calumnia, que algo queda

Santiago Camacho, 2006



lunes, 12 de junio de 2017

Cleopatra "la de los labios gruesos"



Como cuenta Jonathan Margolis en Fragmentos de historia íntima del orgasmo, la última reina de Egipto, que ha pasado a la historia por muchas cualidades, también lo ha hecho por su apetito sexual y, en concreto, por sus golosos labios. Promiscua y caprichosa, su "fuego" no sólo atrapó a César y Marco Antonio, y de ella se dice que fue capaz de practicar felaciones a miles de hombres, incluyendo a cien romanos en una sola noche. 
Estos hechos, probados o no, pero que ya pertenecen a su leyenda de seductora, llevaron a los griegos a llamarla Merichane la Boquiabierta, o la Boca de Diez Mil Hombres, y Cheilon la de los Labios Gruesos. Los egipcios crearon un código al respecto: las mujeres se pintaban los labios de una manera especial para indicar que les gustaba hacerlo.

Roser Amllis

Ruidos para volverse loco de deleite



LI YU (1610-1680)


La alfombrilla de los goces y los rezos, de 1657, como la mayoría de novelas eróticas chinas, se publicó bajo seudónimo. Pronto se supo que era del ensayista, poeta y dramaturgo Li Yu, y contiene notables y pioneras fantasías acustofílicas: "Tenderse junto a una pareja de amantes y escuchar los ruidos que hacen es suficiente para volverse loco de deleite. Cuando mi marido vivía, yo solía pedirle que sedujera a una criada y que lo hiciera lo más rápida y ruidosamente posible, para que la muchacha no pudiera contenerse y comenzara a gritar. Eso me transportaba y tosía, momento en que él volaba a mi cama y empujaba con todas sus fuerzas. Le hacía pasar por alto la estrategia habitual y lo arrojaba a un ataque continuo. Yo no sólo experimentaba una sensación placentera en mi interior, sino que ésta llegaba al fondo de mi corazón y me corría después de setecientas u ochocientas arremetidas. Como método, es mejor que las imágenes y novelas eróticas".‎

sábado, 10 de junio de 2017

Carnet de la Patria



...Al fin estoy en Moscú: «Hotel Lux», calle de Gorki, 10, habitación 39. Se han acabado los viajes, el reposo, y ha comenzado la nueva vida. Desde hoy soy un funcionario de la Komintern, en mi calidad de representante del Partido Comunista de España. Cada día, a las ocho de la mañana, un autobús especial me llevará hasta la Komintern: un edificio en forma de U, rodeado de altos muros con pedazos de vidrio en la parte superior, complementados con alambre de espino. Todas las tardes, el mismo autobús me volverá al hotel. Cada mañana deberé enseñar a la guardia —uniformes caqui y pistola al cinto— ‎mi carnet; cada tarde tendré que volver a mostrarlo para poder salir. Y entre este espacio de tiempo —nueve de la mañana a seis de la tarde— tendré que enseñarlo muchas veces: tantas como entre y salga del pabellón donde está mi despacho; tantas como tenga que entrar o salir en los otros pabellones que constituyen la gran ciudadela del Estado Mayor de la Revolución Mundial.


Me han explicado con todo detalle y mucha seriedad la importancia de este requisito. Posiblemente se han esforzado tanto porque existe una idea muy extendida de que los españoles somos gentes poco disciplinadas.‎


Este carnet de tapas rojas, de nueve centímetros de largo por seis de ancho, me sirve para entrar y salir de la Komintern; para entrar y salir del hotel donde vivo. ¡Vale mucho! Mucho más que el documento que me han dado las autoridades soviéticas para residir en el país. En este documento soy un español sin ciudadanía, que está obligado cada tres meses a presentarse a la policía para prorrogar la autorización por otros tres. Este documento tiene poco valor: en él soy un extranjero al que no se le considera ni ciudadano soviético, ni ciudadano de su propio país. Soy un hombre «sin ciudadanía». No soy yo solo. En este mismo caso se encuentran todos los emigrados españoles y no pocos rusos a los que por diversos delitos —políticos o comunes— les han quitado lo que no‎  creía que pudiera quitarse. Esto es origen para mí de no pocas situaciones desagradables. Cada vez que tengo que enseñar los documentos —y no son pocas— y ven «sin ciudadanía», comienzo a parecer sospechoso. Sin embargo, con el pequeño carnet de tapas rojas, ¡qué distinto es todo! Tengo el mismo nombre que en el documento de residencia: Luis García (la conspiración me ha privado hasta de mi propio nombre), pero mientras que en el documento de identidad soy un «sin ciudadanía» en este otro soy «un funcionario de la Komintern»...

"Mi fe se perdió en Moscú"

Enrique Castro Delgado, 1957

Editor digital: Titivillus