jueves, 24 de octubre de 2019

La ola detenida capítulo I

-extracto- 
Juan Carlos Méndez Guedez 


Treinta y cinco. Treinta y seis. Treinta y siete. Treinta y ocho.
—Ya está bueno. Debemos irnos.
Treinta y nueve. Cuarenta. Cuarenta y uno.
—Cállate. Yo soy el que dice cuándo.
Cuarenta y dos. Cuarenta y tres.
—Mira cómo lo estás dejando, chamo. Qué asco.
Cuarenta y cuatro. 
Al fin, el hombre se detuvo.
Quiso secarse la frente con su brazo y su rostro se convirtió en una máscara de sudor y sangre.
—Vámonos —dijo la mujer que se encontraba a su derecha mientras se apoyaba en un armario de madera—. Hace rato está listo.
El hombre hizo una señal de calma. Contempló el cuerpo. Parecía un muñeco roto. Agarró la cabeza por el pelo. Pensó en escupir sobre ese bulto que hasta media hora atrás fue una nariz, pero finalmente atenazó la mano derecha, cortó el dedo índice con el cuchillo y lo colocó dentro de la boca del cadáver.
—Dile a los muchachos que se lleven lo que quieran, que preparen las motos. Ahora sí nos vamos.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Las aventuras de Juan Planchard

Jonathan Jakubowicz

IDENTIFÍQUESE 

Mi nombre es Juan Planchard, tengo veintinueve años y cinco millones de dólares en mi cuenta. Tengo una casa en La Lagunita, una en Madrid, y un apartamento en Nueva York. Soy dueño de una vende-paga en el Hotel Palms de Las Vegas. Comparto un avión privado con el testaferro de un pana, y estoy convencido de que todas las decisiones que tomé durante la revolución bolivariana fueron correctas y serán agradecidas por mi descendencia. 

Confieso que me tomó un tiempo darme cuenta. Yo también pensaba que el bien común era el bien moral, y el bien de pocos era el mal absoluto. Pero me cansé de pelar bola y puse atención: 

El país más rico del mundo eligió al Comandante, un carajo que solo cree en la fidelidad, y te deja hacer lo que quieras con tal de que no hagas nada contra él.               
¿Por qué me voy a poner yo a pelear con el único tipo en la historia contemporánea que ha logrado controlar al ejército y calmar al tradicionalmente rabioso pueblo de Venezuela? 

¿Quién soy yo para decirle a los pobres que se equivocan al creer en el que llaman su líder? 
Nadie. 

Pensar que la mayoría se equivoca es subestimar al pueblo. El pueblo nunca se equivoca. Si pasa más de una década enamorado de un tipo, es porque el tipo le gusta. Uno se debe adaptar, y adaptarse implica echarle bola dentro de las reglas del juego. Como Kevin Costner en “Los intocables”, que persigue a Al Capone por traficar caña y al escuchar que van a legalizar el alcohol decide tomarse un trago. Así decidí hacer yo: si la vaina es guisando, pues hay que guisar. 

El billete lo he hecho principalmente con Cadivi, como todo tipo medianamente inteligente que haya vivido en la primera década del siglo XXI en la tierra de Bolívar. Si no eres venezolano, te lo explico: el gobierno socialista bolivariano estableció un control de cambio de dólares en Venezuela. Este control produjo dos tipos de cambio, uno legal y otro real. En los últimos años (estamos a finales del 2011) el dólar real vale el doble o más que el legal. Solo tienes que conseguir dólares legales y venderlos por el precio real para hacer al menos dos dólares por cada dólar invertido. 

Conseguir dólares legales es fácil, basta con tener contactos en el gobierno. Esa es la manera a través de la cual se enriqueció todo el que quiso y supo hacerlo. Cero riesgos. Todo pa’l bolsillo, todo bolivarianamente legal. Es una especie de asalto al país, pero un asalto por voluntad popular deja de ser un asalto y se convierte en una filosofía colectiva, una cultura. Y eso el que no lo entendió fue porque no quiso. 

Tengo panas que andan en aquello de la venta de armas y ya van por ochenta palos verdes. Pero eso es demasiado peo. Las armas tienen serial, y si una de las tuyas termina en manos de la FARC o de Hezbollah, te pueden cerrar la puerta al imperio, y eso sí no me lo mamo. Yo con cinco millones tengo. La vaina está demasiado peligrosa en Caracas. Prefiero pasar mi tiempo en Estados Unidos, aprovechando la crisis del capitalismo para conseguir las vainas a mitad de precio. 

No es paja, todo está a mitad de precio. Desde apartamentos en Manhattan hasta culitos impresionantes que tienen el bollo catire… jevas de Playboy por un pelín de cash... Ocho mil bolos fuertes la noche. Seis lucas verdes por una semana… Niñas de su casa, que en Venezuela sencillamente no consigues. Puede que ganemos los Miss Universo pero dejémonos de paja: casi todas las venezolanas son unas podridas. Todo el que ha viajado al exterior sabe de lo que estoy hablando. El que dice que las venezolanas son las mejores jevas del mundo es como el que dice que Venezuela es el mejor país del mundo: simplemente está desinformado. Y que se me arreche el que sea, me sabe a mierda. Ya tengo mis reales y si no puedo volver más a ese chaborreo, pues no vuelvo. 
*  *  *

martes, 22 de octubre de 2019

La conciencia del hastio


Yo no creo en Dios ni en América. Siempre imaginé que el Paraíso y el Infierno eran metáforas infantiles. Nunca tuve curiosidad por conocer el final del cuento. Solo cuando envolví el cañón con los labios y el frío del metal me adormeció la lengua me pregunté por el posible contenido de la muerte. Si el discurso sobre los premios y castigos es verdadero, entonces estoy perdido. Me intimida la posibilidad de un juicio. Mi problema es que tengo la conciencia llena de mierda. 

La culpa pide el derecho de palabra. Sé que mi testimonio puede resultar ofensivo para todos aquellos que se empeñan en otorgar un valor a las cosas, para los necios que creen en la buena fe o en la triste leyenda de las dignidades humanas. Solo puedo decir que las circunstancias jugaron en contra. En ese tiempo, todo estaba prohibido, todos los lugares de la ciudad eran peligrosos y todas las personas que tropezábamos en la calle podían tener la intención (manifiesta u oculta) de hacernos un daño irreparable. Estábamos condenados al hastío. Siempre me pareció ridícula la rutina de reunirse en centros comerciales o hacer vida social en Farmatodo. Mis amigas y yo decidimos crear un mundo aparte. Sin pedir permiso, fundamos nuestra propia burbuja. Lo que pasó después fue que la vida se torció… Pero, a fin de cuentas, la vida siempre se tuerce. Cacá se convirtió en una mujer honorable, Lorena se perdió en la moda pasajera de la diáspora y Eliana fue asesinada en circunstancias extraordinarias. 

"Jezabel
(Versión original sin censura)
EDUARDO SÁNCHEZ RUGELES

jueves, 3 de octubre de 2019

Kim Jong-il el magnífico

Según la biografía oficial y la prensa gubernamental de Corea del Norte, Kim Jong-il, su líder entre 1994 y 2011:

— Fue recibido el día de su nacimiento por un doble arcoíris;
— Aprendió a caminar a las 3 semanas y a hablar a las 8;
— Escribió 1.500 libros mientras estuvo en la Universidad, y seis óperas en dos 
— En 1994, jugó 18 hoyos de golf con 11 hoyos en uno y 38 bajo el par. Satisfecho, se retiró de inmediato del deporte. 


En 2010,la prensa norcoreana informó que el distintivo modo de vestir de Kim había instalado tendencias a nivel mundial. 

Entre más de 200 títulos oficiales, Kim Jong Il fue nombrado: Presidente Eterno, Estrella Guía del Siglo XXI, Glorioso General que Descendió de los Cielos, Político Increíble, Siempre Victorioso Comandante de Voluntad de Hierro, Más Alta Encarnación de la Fraternidad Revolucionaria del Amor. 

El uso de teléfonos celulares fue prohibido durante los 100 días de luto por la muerte de Kim Jong-il en 2011. ✒ 

Fuente: 
"530+ Datos freak de cultura y arte"
Joaquín Barañao.-