jueves, 28 de noviembre de 2013

EL E-MAIL


Un hombre pierde su trabajo. Luego de buscar varios meses, se entera de que en Microsoft necesitan barrenderos. El gerente de relaciones industriales le pregunta sus datos, lo observa barrer, lo felicita y le dice: "El puesto es suyo. Déme su e-mail, para informarle el día y, la hora en que deberá presentarse".

El hombre, desconsolado, contesta que no tiene email, y el gerente de relaciones industriales le dice que lo lamenta mucho pero que si no tiene e-mail, virtualmente no existe, y que, como no existe, no le puede dar el trabajo.

El hombre sale desesperado, no sabe qué hacer y sólo tiene $250 en el bolsillo. Entonces decide ir al mercado de abastecimiento de frutas y verduras y compra un cajón de tomates de 10 kg. Se va de casa en casa vendiendo el kilo de tomates a $50. En menos de dos horas ha duplicado su dinero; repite la operación otras tres veces, cena en un pequeño restaurante y vuelve a casa con $ 150.

Se da cuenta de que de esa forma puede sobrevivir, y cada día sale más temprano y vuelve más tarde. Así duplica, triplica y hasta cuadriplica el dinero en un solo día. Con un poco de suerte logra comprar una camioneta, que un año después cambia por un camión; a los tres años, ya tiene una pequeña flota de transporte.

Luego de cinco años, el buen hombre es dueño de una de las principales distribuidoras de alimentos del país. Entonces recibe a un agente de seguros y, al terminar la conversación, este le pide al empresario que le dé su dirección electrónica para enviarle la póliza. El hombre contesta que no tiene email, y el agente le dice:

-Si usted no tiene e-mail y llegó a construir este imperio, no quiero imaginarme lo que sería si lo tuviera.

Y el buen hombre replica:

---Sería barrendero de Microsoft.

Moraleja 1. Internet no te soluciona la vida.
Moraleja 2. Si trabajas por tu cuenta y tienes suerte, puedes ser millonario.

Moraleja 3. Si quieres ser barrendero de Microsoft, es mejor tener e-mail.

Corolario. Si este mensaje te llega por e-mail, es muy probable que estés más cerca de ser barrendero de Microsoft que multimillonario.

Galería de la coba


Son casi 15 años;
La lista es larga. 

■ Bastante tiempo como para acumular un buen número de mentiras.

No las inventó el fallecido comandante. Eso viene de toda la vida. Desde Roma ya las cobas andaban haciendo vida política. Pero durante el reinado del fallecido comandante y en lo que ha transcurrido de mandato del sucesor a juro, la mentira ha alcanzado niveles realmente insólitos. Algunas veces se pasan tanto de maraca que entra en el mundo de lo ridículo. Vamos a hacer mención en hilera de las más destacadas, conscientes de que se quedará afuera una inmensa cantidad.

Chávez: el año próximo iniciamos la construcción del Gasoducto del Sur. Ya Lula está de acuerdo. Chávez: no necesitamos tanto avión en Pdvsa. Se acabaron las colitas. Isaías Rodríguez: sentí más dolor con la muerte de Danilo Anderson que con la de mi propia madre. Jorge Rodríguez: si en un año no resuelvo el problema de la basura en Caracas, renuncio al cargo. Jesse Chacón: si en 90 días no está resuelto el problema eléctrico, renuncio al ministerio. Maduro: estamos enfrentando un golpe económico gestado en Estados Unidos y ejecutado por la extrema derecha amarilla. Chávez: hoy lanzamos el bolívar fuerte, un reflejo de la economía fuerte que está construyendo la revolución. Ramírez: ahora Pdvsa es de todos. Giordani: en poco tiempo nos quitaremos los inversionistas extranjeros a sombrerazos. Maduro: tenemos suficientes divisas para reactivar el flujo de divisas y ganar la batalla a la conspiración del colapso económico. Chávez: somos absolutamente independientes en materia agroalimentaria. Maduro: atacaremos la corrupción con todo, sea quien sea y caiga quien caiga. Chávez: me quito el nombre si para el año que viene queda todavía algún niño en la calle. Maduro: la crisis eléctrica es producto de otro sabotaje. Pero no podrán derrotarnos. Chávez: soy un defensor del valor del bolívar. No devaluaremos la moneda. Chávez: la próxima semana arrancamos con los primeros pasos del Eje de Desarrollo Apure-Orinoco, una verdadera opción de crecimiento socialista. Maduro: denuncio otro intento de magnicidio. Primero lo intentaron mil veces contra Chávez. Ahora es contra mí y Diosdado. Jorge Rodríguez: al centro de Caracas lo recuperamos. Ahora usted puede ir de noche, caminar, tomar café, divertirse. A toda hora. Isaías Rodríguez: con relación al testigo del caso Anderson, me bastó observarle los ojos y pude saber que decía más o menos 70 por ciento de verdad. Chávez: estamos construyendo una verdadera potencia mundial. Una potencia económica, turística, agrícola, industrial. Barreto: con los dirigibles que adquirimos acabaremos con el problema de la delincuencia en Caracas. Chávez: en poco tiempo nos bañaremos en el Guaire, Jacqueline Faría, Juan Barreto y yo.

Son 15 años. La lista es larga…

ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
@ejrl
EL UNIVERSAL
miércoles 18 de septiembre de 2013

LOS CIEN DÍAS DEL PLEBEYO

Una bella princesa estaba buscando consorte. Nobles y ricos pretendientes llegaban de todas partes con maravillosos regalos: joyas, tierras, ejércitos, tronos... Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo que no tenía mas riquezas que el amor y la perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:

-Princesa, te he amado toda la vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas. Esa será mi dote.

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar:

-Tendrás tu oportunidad: si pasas esa prueba, me desposarás.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio, soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño sin desfallecer un momento.

De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, que con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas, se hicieron apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los festejos.

Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se levantó y, sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar donde había permanecido cien días.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa:
-¿Qué te ocurrió? Estabas a un paso de lograr la meta, ¿por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?
Con profunda consternación y lágrimas mal disimuladas, el plebeyo contestó en voz baja:
-La princesa no me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora. No merecía mi amor.

Cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos como prueba de afecto o lealtad, incluso a riesgo de perder nuestra dignidad, merecemos al menos una palabra de comprensión o estímulo. Las personas tienen que hacerse merecedoras del amor que se les ofrece.

RETRATO DE UN PERSEVERANTE


La historia dice que este hombre fracasó en los negocios y cayó en bancarrota en 1831. Fue derrotado para la Legislatura de 1832. Su prometida murió en 1835. Sufrió un colapso nervioso en 1836. Fue vencido en las elecciones de 1836 y en las parlamentarias de 1843, 1846, 1848 y 1855. No tuvo éxito en su aspiración a la Vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue derrotado en las elecciones para el Senado.

Este hombre obstinado fue Abraham Lincoln, elegido presidente de Estados Unidos en 1860.

La lección es muy sencilla: sólo se fracasa cuando se deja de intentar

JAIME LOPERA GUTIÉRREZ
MARTA INÉS BERNAL TRUJILLO

Oscar Yanes y las historias cruzadas en torno al golpe a Delgado Chalbaud

Iván R. Méndez

El veterano periodista entrega la segunda edición, con nuevos documentos, de su obra “La verdad sobre el asesinato de Delgado Chalbaud”. En breve entrevista aseguró que “la educación venezolana tiene un gran defecto: creer que todo lo que se ha hecho, lo bueno y lo malo, nació en la Independencia”
Rafael Simón Urbina (Falcón, 1897-Caracas, 1950), el enemigo más acérrimo de Juan Vicente Gómez, repetía constantemente que para gobernar a Venezuela “hay que saber amarrarse los pantalones”. Esa afirmación, asevera Oscar Yanes, aún se aplica en la política venezolana… 

“La verdad sobre el asesinato de Delgado Chalbaud” (Planeta, 2010) presenta temas que parecen distantes en el país: el valor de la palabra, el honor y la intrepidez. Aunque el título delinea el contenido (los antecedentes, la perpetración y algunas supuestas razones tras el asesinato del Presidente de la Junta Militar de Gobierno), el veterano Yanes sabe como abrirnos senderos alternativos de la historia. El periodista nos sumerge en una lectura apasionante: la de nuestro siglo XX poblado de civiles que luchan por la libertad, por el respeto y, por qué no, por algunas formas de poder. La palabra clave es “civil”, pues algunos de los hombres con quienes convivirá el lector  por más de 300 páginas son campesinos falconianos, tipos brabucones que no bajan la cabeza y no les tiembla la mano para repartir machetazos. Ese sendero narrativo lo dicta la voz de Pedro Antonio Díaz (Coro, 1922),  personaje emblemático  y accidental de ese golpe militar de 1950, que terminó por atornillar, por casi una década, al corrupto y caprichoso Marcos Pérez Jiménez. 

Sobre Rafael Simón Urbina 
“Vino al mundo en Cumarebo, 1897, y todavía era un niño cuando supo que su padre, el general Antonio Urbina, había muerto en el Castillo Libertador bajo la férrea y joropera tiranía del Cabito o Restaurador… “   A los 17 años tomó la gobernación de Caicara del Orinoco. Urbina organizó, a lo largo de su vida, diversas incursiones armadas en la sierra falconiana. Persiguió y castigo a quienes lo traicionaron con Juan Vicente Gómez. Betancourt nunca le perdonó por lago que pasó en La Habana (quizá el comunismo visceral de Rómulo versus el anticomunismo del caudillo hicieron circuito). En algún momento decidió tomar Curazao con 50 hombres,  150 dólares, cincuenta machetes, algunas pistolas y dos hachas, lo hizo  “para que venguemos los ultrajes que nos han inferido a mí y a todos mis compañeros en esta maldita isla”… Tomado el fuerte, se sumaron otros 300 venezolanos a la intentona, que culminó  con la entrega de todo el arsenal por parte del gobernador. Sus aventuras lo llevaron a Panamá, República Dominicana (aquí planificó tomar la isla, derrocar a Trujillo y tomar todo el arsenal para regresar a combatir en Venezuela… Pero el dictador lo descubrió y le pidió irse de la isla, “¡no lo mando a fusilar porque yo no le voy a hacer ese favor a Rómulo Betancourt!”), Colombia, Aruba… 

Antes del golpe
Urbina le dijo a Pedro Díaz, la noche antes del golpe que luego de tomar a Delgado y sacarlo del país, irían por Llóvera Páez y Pérez Jiménez, ese era el plan ideado por un doctor que citó Urbina,  pero que Díaz no recuerda. Dijo Urbina, “yo estoy contra todas las dictaduras, porque yo fui una víctima de Juan Vicente Gómez y mis familiares sufrieron por culpa de ese bandido. Si éstos —en abierta referencia a los comandantes— se mantienen en el poder será Venezuela una dictadura eterna, porque esta gente es muy inteligente y no tienen los mismos intereses que tenía Juan Vicente Gómez”.

El golpe
Rafael Simón Urbina, su mujer y los falconianos, secuestraron al Presidente apenas salía de su casa en el Country Club. Iba sólo  con chofer y un motorizado. Lo llevaron a la quinta Maritza en Las Mercedes, para retenerlo un par de días y luego sacarlo del país rumbo a Francia.

—Delgado Chalbaud: “General Urbina, ¿qué pasa? Nosotros no entendemos… Dime lo que está pasando”
—Urbina: Comandante, conmigo no tiene usted nada que hablar. Usted va a hablar ahorita con el comandante Marcos Pérez Jiménez.

Llegando a la casa, a Díaz se le escapa un disparo (la hija mayor  de Urbina asegura, en los anexos del libro, que Díaz jugaba para los dos bandos, arrojando dudas sobre el relato idílico del falconiano)  y le destroza el tobillo a Urbina. A partir de allí todo se descontrola. Delgado intenta desarmar al primo de Urbina, Domingo, mientras su edecán (Bacalao Lara) mira sin intervenir, y Carlos Mijares (chofer del auto) tiene encañonado a Pablo Aponte, el motorizado-escolta, que temblaba de pies a cabeza. Delgado está a punto de someter, a patadas, a Urbina, y es allí cuando Díaz le pide que se detenga o tendrá que dispararle… Hasta que lo hizo…  (estas secuencias están graficadas e ilustradas en el libro)… Urbina, herido y consciente de que fue embarcado en esa aventura golpista, se traslada a la casa del doctor Franco Quijano y envía a su mujer e hijos a la  Embajada de Nicaragua (en Altamira). Luego llega a la Embajada, amenaza con suicidarse, su hija le quita la pistola y se entrega. El golpista es trasladado a la cárcel del Obispo, pero a las once de la noche lo saca una comisión de la Seguridad Nacional y lo asesina a tiros.

El FBI
Relatan los corianos que fueron abordados por un inspector del FBI, que fue invitado a investigar el homicidio de Delgado. En pleno Tribunal de Baruta, le dijo a Díaz y sus cómplices:
“Declaren sin perjudicarse ustedes y sin dañar a nadie. No compliquen a nadie y no se compliquen ustedes, porque si alguien sale perjudicado, se les aplicará la ley de fuga”.

Comenta Díaz, “yo escuché todo aquello en silencio y comprendí que lo mejor era llevarse por los consejos del gringo. Además, ya se veía que nadie tenía interés en aclarar nada y que como dicen ahora, parece que la línea era ‘hacerse el loco’, pues no presionaban a ninguno para buscar más datos”.

Historias cruzadas
Este libro no se agota en el único magnicidio en la historia venezolana, sino que se adentra en historias cruzadas (la invasión de Cumaná por parte de Román Delgado Chalbaud; la invasión con el “Falke”; historias de la cárcel Modelo; la versión, muy sentida, de la hija mayor de Urbina; informe del patólogo, entre otras) que trazan un itinerario que aún hoy no culmina: la tensión entre la visión militar-autoritaria y la del pueblo civil, incómodo primero, y rebelde después, ante esa enfermedad de poder.

Breve entrevista telefónica a Oscar Yanes: “Las Fuerzas Armadas siempre han sido mercenarias”

— La muerte del Presidente de la Junta Militar fue, según se lee en su libro, un complot militar que devino en una comedia de equivocaciones…
— Oscar Yanes:  El caso de Delgado Chalbaud denota algo muy doloroso, fueron dos balazos que cambiaron la  historia de Venezuela. El primero se lo da Pedro Antonio Díaz, uno de los urbinistas, a su propio jefe, y le destroza el tobillo, inhabilitando a Rafael Simón Urbina para tener pleno control de sus hombres. Luego se escuchan unos tiros al fondo de la quinta Maritza (Propiedad de Antonio Aranguren), Urbina le dice a Díaz que vaya y averigüe qué pasa, pero al regresar encuentra que Delgado Chalbaud intenta desarmar a Domingo Urbina, entonces le mete el tiro que cambia la historia y consagra la dictadura de Pérez Jiménez.

Luego, Pérez Jiménez y Llovera Páez regaron la bola que era un problema personal entre Urbina y Delgado Chalbaud, pero no fue así, pues relata Díaz que Rafael Simón Urbina siempre insistió en que no podían matar al presidente, incluso les dice que si le pasa algo todo se viene abajo. Por eso buscó a los campesinos falconianos, porque confiaba en ellos y no quería sorpresas…

—    ¿Cómo fue el encuentro con Pedro Antonio Díaz?
—    Oscar Yanes: Un amigo (Rafael Oria, prologuista del libro) me dijo que los urbinistas estaban a punto de ser liberados luego de cumplir veinte años presos (en la Cárcel Modelo). Entre éstos se encontraba Pedro Antonio Díaz, el joven que cambió la historia al dispararle a Carlos Delgado Chalbaud. Era tímido y no quería contar la historia, se veía preocupado y al preguntarle qué lo inquietaba, me dijo: “cuando entré a la cárcel veía todo del mismo tamaño. Ahora veo todo chiquitico, a la gente la veo como enana y eso me preocupa mucho”. 

— ¿Qué le dice a la Venezuela del siglo XXI la biografía del guerrillero Rafael Simón Urbina? ¿Por qué no estudiamos esta historia apasionante en los liceos y universidades?
— Oscar Yanes: Le dice cosas de carácter positivo. Es lo que Rómulo Gallegos llamó la gloria roja, que utilizar la fuerza para enderezar entuertos no es el mejor camino que ha tenido  Venezuela. A los pueblos se le impone una situación penosa, pero eso no es la deseable. 
A Urbina se le excluye de la historia oficial, al igual que se hizo con Horacio Ducharne y Arévalo Cedeño  simplemente porque la educación venezolana tiene un gran defecto: creer que todo lo que se ha hecho, lo bueno y lo malo, nació en la Independencia. Da la impresión que Venezuela fue un país hecho por los militares, por Bolívar, por Sucre y eso no es así. Aquel ejército del siglo XIX no era otra cosa que el pueblo en armas, eran analfabetos que aprendieron a manejar un fusil para ser libros, no fueron ningunas Fuerzas Armadas que siempre han  sido elementos mercenarios a lo largo de nuestra historia.

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ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA

Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se reunieron para arreglar sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer la presidencia, pero la asamblea le notificó que debla renunciar. ¿La causa? Hacia demasiado ruido, y se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

El tornillo, aceptó su retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro, pues se la pasaba midiendo a los demás, como si él fuera perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo, utilizando alternativamente el martillo, la lija, el metro y el tornillo.
Al final, el trozo de madera se había convertido en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó sola otra vez, la asamblea reanudó la deliberación. Dijo el serrucho: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestras flaquezas, y concentrémonos en nuestras virtudes". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba solidez, la lija limaba asperezas y el metro era preciso y exacto. Se sintieron como un equipo capaz de producir hermosos muebles, y sus diferencias pasaron a segundo plano.

Cuando el personal de un equipo de trabajo suele buscar defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, florecen los mejores logros. Es fácil encontrar defectos cualquier necio puede hacerlo-, pero encontrar cualidades es una labor para los espíritus superiores que son capaces de inspirar el éxito de los demás.

JAIME LOPERA GUTIÉRREZ
MARTA INÉS BERNAL TRUJILLO

Las cosas que no nos dijimos

«Uno puede echarle la culpa de todo a su infancia, culpar indefinidamente a sus padres de todos los males que padece, de las pruebas a las que lo somete la vida, de sus debilidades, de sus cobardías, pero a fin de cuentas es responsable de su propia existencia; uno se convierte en quien decide ser».

NcDonald’s

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NcDonald’s es un ícono
Mundial de excelencia

 

■ El artículo de hoy quizás parezca algo extraño en medio de la locura cotidiana en la que ahora vivimos los venezolanos.

Sí, leyeron bien, no es McDonald’s, es NcDonald’s y aunque parezca extraño, este nombre mal escrito, es consecuencia y causa de la distorsionada vida de los venezolanos.

Nos estamos acostumbrando a lo malo en todas las áreas. Nos parece normal que las calles siempre estén llenas de basura y las paredes pintadas con la horrible cara de candidatos de todas las elecciones de quince años para acá. Nos estamos acostumbrando al abuso diario de las cadenas de fanáticos enloquecidos. Nos estamos acostumbrando a utilizar, en los centros comerciales y en el Metro, escaleras mecánicas que no funcionan.

El país se derrite ante nuestros ojos y a nadie pareciera importarle. Ya nadie se asombra de que no haya luz ni en calles ni en autopistas. Cuando un automóvil choca contra una defensa, sabemos que más nunca va a ser arreglada; cuando en carreteras y autopistas los postes son arrancados de cuajo por choques, se sabe que los cables quedarán guindando peligrosa y eternamente.

Nos parece normal que cada día sea más difícil viajar al interior; y ni hablar de salir del país; eso es una tortura y un acto de masoquismo. Pocos pueden planificar sus vacaciones como hacen en los países civilizados. Aquí, para cualquier cosa sencilla, entramos en emergencia: todo es complicado, y lo peor es que nos parece normal que las cosas sean así.

Qué espanto ver la cola de resignados ciudadanos que quieren comprar cualquier cosa, literalmente, cualquier cosa; eso es indignante y no puedo acostumbrarme, aunque algún día tenga también que hacerlo por hambre o enfermedad.

¿Cómo es posible que miembros del Ejército, o algo así, al igual que los nazis en los campos de concentración, coloquen humillantes números en el brazo de humildes venezolanos que solo quieren comprar harina para hacer una arepa? ¿Eso es socialismo del siglo XXI o nazismo fascista de la Alemania de 1935? ¿Eso es lo que le gusta a Nicolás Maduro? ¿Para eso es la habilitante?

En momentos tan deprimentes, la gente comienza a no importarle cómo se ven sus casas y edificios. Hay muchos letreros arruinados a los que se les cae una letra, y así se quedan. Todo el mundo ha visto “otel” porque a nadie le importa la /H/ que se cayó.

McDonald’s es un ícono mundial de la excelencia. No importa si nos gusta o no, tiene amantes y detractores, y nadie puede negar que esta franquicia mundial es sinónimo de calidad y éxito.

Lamentablemente, en muchos McDonald’s de Venezuela vemos cómo a ciertos franquiciados no les importa la ruina en la que se encuentra el letrero que identifica su negocio; es decir, los famosos arcos dorados: o están rotos, o se queman los bombillos o están en el colmo de la inmundicia, ¿será que se acostumbraron a lo malo?

En Las Mercedes, en la noche, vemos muchos neones que dicen: “estaurant”, “ar estaurant”, “Ter za Grill” por descuido y desidia de sus dueños.

Ojalá la gente de McDonald’s tome conciencia de que el descuido de esa marca, que significa excelencia en todo el mundo, contribuye al deterioro moral y físico al que nos han llevado estos orates destructores.

¡Qué pena cuando el gobierno tome los McDonald’s para bajar el precio de las hamburguesas! Esos restaurantes tienen que estar a la altura cuando les llegue su hora, con un letrero enterito y brillante; que ellos se encarguen de convertirlos en restaurantes de comida chatarra, no ustedes.

Claudio Nazoa
Caracas Venezuela
EL NACIONAL
lunes 25 de noviembre, 2013

miércoles, 27 de noviembre de 2013

REVOLUCIÓN SIN ROPA INTERIOR

RICARDO ESCALANTE,

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Los venezolanos nunca como ahora habían tenido un salto atrás en su modo de vida.  Es un trastorno causado por ese gobierno que raciona conciencias, papel higiénico y hasta pantaletas, para crear condiciones de miseria ideales para perpetuar un régimen político atroz. ¿Algún venezolano lo imaginó alguna vez? Claro que no, porque eso solo se le podía ocurrir a un personaje omnipotente, carismático y perverso, como Fidel Castro.

Fidel siempre fue así. Ya en su juventud se interesaba en las técnicas de manipulación de sentimientos utilizadas por líderes “sobrenaturales”, “indispensables”, para sojuzgar pueblos que terminaban por creer que nada les pertenecía y que hasta su manera de caminar se debía  a la “revolución”. 

Sus lecturas predilectas eran sobre revoluciones y sus consecuencias, porque con ellas nacían hombres fuertes que casi siempre hacían y deshacían a su leal saber y entender, aunque, por supuesto, la dinámica diabólica de los hechos a veces se tragaba a los protagonistas, como le ocurrió a Robespierre.

Las características esenciales de Castro siempre fueron persistencia y sagacidad, sangre fría para liquidar cualquier asomo de resistencia, ninguna contemplación de amistad, compañerismo, lealtad, nexos familiares... Con su voz suave, delgada como un hilo que se extendía horas y horas, noches enteras, encantaba incluso a interlocutores que odiaban sus métodos crueles y perversas intenciones, aunque admiraban el río crecido de sus conocimientos.  Amigos que lo habían apreciado, respetado y admirado, fueron fusilados con solo una seña, sin que a él se le aguara el ojo. La lista de sus víctimas mortales sobrepasó los 6 mil, además de los torturados, presos, perseguidos y exiliados, por montones.

Hugo Chávez no inventó nada. Todo lo hizo Fidel, con la experiencia de haber depauperado a los cubanos, a quienes llevó al extremo de aceptar con naturalidad la tarjeta con la cual se racionan los alimentos y, algo peor, hizo que buena parte de esas hermosas mulatas habaneras se prostituyeran a cambio de blue jeans, tubos de crema dental, medias de nylon y unos pocos dólares. Sus maridos, novios, hijos y padres, pasaron a ser gestores de clientes para ellas. 

¿Llegaremos los venezolanos a esa abominable ruina moral?  Yo (¡hasta ahora!) sigo creyendo que con nuestra madera más resistente no nos dejaremos vejar y en cualquier momento haremos añicos la supuesta revolución. ¡Así tendrá que ser!

 Cuando apenas cursaba tercer año de derecho, Fidel Castro era un hábil dirigente estudiantil que ideó fórmulas para aliarse con jóvenes de Argentina, República Dominicana, Venezuela, México y Colombia, para organizar algo así como la contrapartida de la Novena Conferencia Panamericana, que la OEA convocó en 1948 para ser celebrada en Bogotá. Con sus argucias y en esas andanzas, logró que días antes el presidente Rómulo Gallegos lo recibiera y escuchara en Caracas.

Llegó a Bogotá y encontró la manera de metérsele por los ojos a ese gran líder que era Jorge Eliécer Gaitán (a quien admiraba) y se reunió con él. Le habló del congreso de jóvenes y de las intenciones de crear una alianza antimperialista de estudiantes latinoamericanos. Gaitán se dejó ganar por la idea y se ofreció como orador de cierre del congreso estudiantil, que estaba a punto de comenzar.  Junto a Rafael Del Pino y otros dos cubanos, Fidel trataba de generar expectativas y revuelo internacional, cuando el loco Roa Sierra sacudió a Colombia y al mundo entero al asesinar a Gaitán, tras lo cual se desató una ola de violencia que arrasaba todo a su paso.

Castro salió a la calle, se robó un uniforme de policía, agarró un fusil y se puso una gorra. No conocía la ciudad y se movía sin rumbo. Trataba de ser oído por cualquiera y decía que había que empujar los descontentos contra el gobierno del presidente Ospina, a quien calificaba de opresor, explotador e imperialista. Había que derrocar a Ospina y tomar el poder, según el atolondrado estudiante. Pero, por supuesto, nadie lo escuchaba porque las turbas tenían vida propia: incendiaban, saqueaban, mataban y herían.  Lo cierto es que la policía comenzó a perseguir el agitador extranjero, que huyó con sus compinches en un avión que trasladaría unas vacas a La Habana.

Desde esa época el nombre de Fidel Castro ha estado asociado a tumultos, conspiraciones y terrorismo en el Continente. Mucho después fue conocido el patrocinio suyo a las guerrillas en Venezuela y en otros lugares, lo que generó la expulsión de Cuba de la OEA y el bloqueo continental. Y cuando ocurrió el asesinato del presidente Kennedy en 1964, fue mencionado como autor intelectual y, a pesar de los 50 años transcurridos, todavía hay quienes no lo descartan. 

Fidel Castro encarna una figura de doble o triple personalidad, de jugadas y procedimentos inesperados. Seductor sibilino, asesino, conspirador y terrorista nato, que en el ocaso de su vida y ya sin control de los esfínteres, maneja a control remoto al primitivo e ignorante Presidente venezolano. Cada acto del gobierno de Nicolás Maduro se decide en La Habana.

La dictadura diseñada en Cuba para Venezuela ya ha llegado lejos, pero no podrá ir más allá porque Maduro y el desalmado Diosdado solo están asistidos por la fuerza bruta y, sin saberlo, están forzando su suerte a un desastroso final.  Así le pasó a Robespierre, el Padre del Terror.

PD.  A los interesados en conocer las actuaciones de Fidel en Bogotá en 1948, les recomiendo El Bogotazo, memorias del olvido, de Arturo Alape (editorial Planeta), así como el texto del informe elaborado por la comisión especial de Scotland Yard que ese mismo año investigó el magnicidio de Gaitán.

Ricardo Escalante

ricardoescalante@yahoo.com

Chávez vive

Chávez vive en las
mentes enajenadas

■ ¿Chávez vive? Sí, en las mentes engañadas con un sueño de mejor vida en socialismo, sumidas en la ignorancia y la incredulidad.

Poco o nada saben acerca de la tragedia socialista soviética del siglo pasado, la cubana actual en decadencia y la presente cruel y nefasta Corea del Norte; con la mentira de que somos una potencia, sí, en promesas incumplidas; con los tratados -asimétricos- comerciales con Rusia, China y los aliados del Alba.

Rusia, antes de la revolución, estaba profundamente afectada por un atraso político derivado de la monarquía casi feudal que la constituía. Existían tres clases sociales bien definidas conformadas por: alta, nobles y clérigos. Sin embargo, desde los primeros años del siglo XX, la industria rusa había alcanzado ya el nivel de los países más avanzados, incluso, en muchos aspectos los superaba. Por este motivo la URSS, con Rusia y sus aliados soviéticos, pudo mantenerse 75 años sometiendo al pueblo a un aislamiento total del resto del mundo. De no ser por el impulso del Zar Nicolás los soviets no hubieran podido desarrollar, posteriormente, la industria armamentista y espacial.

Rusia ya era una potencia industrial, mas no económica ni social. El comunismo empeoró más la división de clases, pues eliminada la clase media, los sóviets eran la clase alta y el resto del pueblo la baja. En otras palabras, una pobreza general. Esto no pasaba en Venezuela. Aun cuando vivíamos en subdesarrollo, las condiciones de vida del venezolano tenían más de 40 años sin padecimientos discriminatorios de ninguna índole.

Chávez vive en las mentes enajenadas por un discurso discriminatorio, violento e intimidante; en las mentes que aún creen en falsos testimonios y afirmaciones de peligro por el acecho de un enemigo que no existe, creado por la más burda de las estrategias de los tiranos y totalitarios, cuyas mejores cartas son el terror, la intriga y un pensamiento fundado en el maquiavélico “divide y vencerás”. A lo Sartre, crear el caos para justificar la represión. Vive en la idea de quienes, no teniendo el mismo carisma del arañero pródigo, necesitan un ícono para seguir atornillados en el poder.

Por: Joise Morillo
Licenciado en Filosofía
kao_joise@hotmail.com
Politica | Opinión
Oposición | MUD
miércoles 27 de noviembre, 2013

martes, 26 de noviembre de 2013

Días de furia

http://feedly.com/k/17VUSEb “O ya no entiendo lo que está pasando, o ya no pasa lo que estaba entendiendo”. Carlos Monsiváis Jorge y Marielena son la clásica pareja joven que gusta de celebrar la llegada del viernes. Sí, el país está complicado, pero ellos no van a dejar que les clausure el entusiasmo por la vida. Esa noche han bebido y compartido jugosos chismes con sus amigos. Regresan a su casa un poco más temprano de lo que quisieran por esa barrera de contención llamada inseguridad. Viven en Guarenas, una clásica ciudad dormitorio, y el regreso a casa siempre es más largo de lo deseable. En una curva del camino, la camioneta cae bruscamente en un hueco y termina volteándose en aparatosos giros de desconcierto y tragedia. Luego de breves segundos, Jorge se incorpora desde el manto de fierros humeantes. Ve a su esposa inconsciente y sangrando profusamente por la cabeza. Intenta extraerla del peso de la camioneta que la aprisiona. Imposible. Aturdido, se palpa los bolsillos buscando el celular. Se dispone a llamar a la policía, a un familiar, a quien sea. De pronto, ve que tres personas bajan por la ladera donde cayó el vehículo. Se alegra. A nadie le falta Dios. Vienen a ayudarlo. Son tres hombres. Suficiente fuerza para mover tanto lastre. Pero ellos siguen directo hacia el interior de la camioneta a robar lo que consigan. El más rezagado lo apunta con un arma y le pide el celular. Jorge no lo puede creer. Le ruega ayuda. El ladrón le exige prisa. “Dame el teléfono, becerro”. Jorge le dice que su mujer se está muriendo, que al menos le de chance de llamar a una ambulancia. Pero, ¿cómo les explico?, la delincuencia también tiene sus premuras. Quizás el líder de la banda le había prometido a su mujer no llegar tan tarde esa noche. Meses después, todavía Marielena está sumergida en una severa rehabilitación para intentar recuperar el habla y la movilidad de sus piernas. La tardanza en la atención produjo daños en el cerebro.  Mientras, en algún barrio de la Gran Caracas, cerveza mediante, los tres pillos recuerdan entre risas aquella anécdota del sifrinito que lloraba desesperado para que no le robaran el “piazo de celular”. En alguna curva del camino, este país cayó en un hueco y entre otros desbarajustes, se le salió una rueda: esa donde la vida humana era una prioridad moral. Ya es de noche. El supermercado Plan Suárez está a punto de cerrar. Son pocas las personas que deambulan en busca de lo que casi nunca hay. Dos jóvenes, de turbia estampa, ven a una mujer de 45 años que lleva el botín dorado en su carro de supermercado: leche. Le preguntan dónde la consiguió. Ella hace un mohín con la quijada señalando un lugar y subrayando que eran los dos últimos potes. Tres anaqueles más allá, un empleado pone en segundo plano los tomates magullados y escucha algo parecido a un forcejeo y un grito ahogado. Al fondo, los jóvenes corren con el trofeo con tanto ímpetu que al vigilante apenas le da tiempo de gritarles un quieto. Al lado de las chucherías y galletas, sentada sobre su propia sangre, la señora intenta con perplejidad detener la hemorragia. Una puñalada por dos potes de leche. Eso le toca contarle a sus hijos. Si alcanza. Si se orilla a la vida. Hay más. Recordemos que en estos días las cadenas de supermercado son sitios de peregrinaje rabioso. Sucede que tienes que hacer cola para esperar por el carrito de supermercado. 40 minutos promedio. Mientras tanto, observas la abrumadora cola que te espera para pagar lo que adquieras. Luego, cuando llevas dos tercios del  mercado hecho, te alejas un poco para buscar el té de durazno que tanto les gusta a tus hijos, vuelves y no encuentras el carrito. Te desconciertas. “Pero si yo lo dejé aquí”. Ves a los lados. Y entiendes. Algo inaudito: se lo robaron. Te asomas al pasillo central y el tráfico de carritos supera la posibilidad de encontrar al culpable. La escena se repite en todas partes. La gente se ve los carritos de soslayo, con apetencia, con ojeriza. Todo el mundo desconfía de todo el mundo. Una tarde, en el Excelsior de Los Palos Grandes, llegó el aceite. Solo 4 botellas por persona. La noticia atrajo a una marejada de gente. A la suegra de una amiga trataron, varias veces, de quitárselas. Un hombre logró burlarle una. Ante su airado reclamo, él le replicó: “Póngase mosca, señora, cuide su aceite”. En el Twitter, una mujer se queja del desastre. Le rompieron la ventana de su carro para robarle el mercado. Ya no importan bagatelas como un reproductor de música. Algunos clientes piden bolsas negras para ocultar que llevan papel tualé y despistar a las aves de rapiña. Y no estamos en Filipinas donde hubo un tifón con miles de muertos y millones de afectados. Nosotros, uff, qué placer, chapoteamos –de aquí para allá- en el mar de la felicidad. La usura y la corrupción han crecido como un cáncer feroz gracias a la distorsión de nuestra economía. Hay maneras de combatir la  especulación, pero el actual encargado del poder aplastó con un zapato todas las teorías y manuales económicos, todo lo que ha salido de las mentes más lúcidas de MIT, Harvard, Chicago o Princeton. Básicamente, siguió el preclaro consejo de María Bolívar, dueña de una panadería en Maracaibo y terca candidata a lo que sea, cuando la periodista Aymara Lorenzo le preguntó cómo combatiría la inflación si ganara la presidencia de la república y respondió: “bajando los precios”. Ese día, sin duda, Maduro estaba viendo televisión. En Latinoamérica el populismo ha engendrado unos cuantos remedos de Robin Hood. Pero la más funesta caricatura la está ofreciendo hoy  Venezuela. Es así cómo un país entero está descubriendo cuán nocivo puede ser lanzar flechas sin ser arquero. No estábamos preparados para los días que han desfilado delante de nuestros ojos. Nicolás Maduro proclama un día, desgañitado, ahíto de poder, en irresponsable cadena nacional: “Vayan y vacíen los anaqueles!!”. Medio país se vuelve una turbamulta. La gente que tenía trabajo, citas médicas, diligencias impostergables, entrega de informes, consultas en el psiquiatra, manda todo al demonio y se abalanza hacia la tienda de electrodomésticos más cercana. Cada uno se consigue con, al menos, mil personas que le antecedieron en velocidad y reflejos. La tensión se agiganta. La vieja raza de los avispados se colea, se infiltra, vuelve todo un mezclote. Algunos venden su puesto en la cola por 5.000 Bs. Otros, dos cuadras más allá, negocian la mercancía adquirida al triple del monto que pagaron. Es el delirio del capitalismo salvaje. Gritos, empujones, alboroto. Aparece la Guardia Nacional. Marca a los compradores como ganado. Las colas se hacen infinitas, exasperantes. Algún malandrín patea la santamaría de un comercio, otro le sigue, y otro. La puerta del local se llena de patadas. Muchos, entre risotadas, aprovechan para mostrar la fuerza de sus talones. La santamaría se dobla como una plastilina: el caos irrumpe sediento. El que ayer era un sereno albañil, mensajero o empleado de un cyber café hoy es parte de una horda que arrasa con lo que puede. No importa si necesita el televisor o no, el tema es que la piñata reventó y esa golilla no la puede ignorar. La palabra saqueo queda regada por la calle y proscrita en los medios de comunicación. En la noche, algún Juan llega a su casa y su mujer le pregunta urgida si por fin consiguió leche para el bebé de 4 meses. El le dice que no y abre los brazos feliz. Su sonrisa mide 50 pulgadas en HD. Que el niño vea Disney Channel, mientras se le consigue la leche. Yorman, un mototaxista de dientes amarillos, me confiesa: “Jefe, ¿y usted cree que yo voy a esperar hasta enero a que bajen las colas? Esas tiendas no abren más nunca!” Eso somos hoy: un país donde se confunden las colas. Unas para adquirir neveras a precios de rebatiña y otras para clamar por la existencia de aceite, harina y leche. Un país que se nos puso raro, muy raro. Hemos traspasado la franja de lo inverosímil. Maduro ordena que vacíen los anaqueles. El presidente del Indepabis pide que no, que dejen la compradera compulsiva. Jacqueline Farías, en una entrevista al periodista Vladimir Villegas, habla de lo “bellas” que son esas colas (!!!). Y en la noche, habilitante en mano, Maduro pide que le “bajen dos” al consumismo, contradiciéndose sin pudor. Los partidarios del gobierno deben estar seriamente confundidos. De vez en cuando uno se soslaya de la realidad. Un cuadro viral me sacó de mi carril durante tres largos días. Con las cortinas cerradas, decidí hundirme en las páginas de “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, un adictivo libro de Joël Dicker que ganó el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa. Perseguí en el televisor un juego Caracas-Magallanes, que los Leones perdimos torpemente. Escuché música. Y, tardíamente, aterricé en la prensa del día. Mis ojos se toparon con un reporte de la cadena de noticias CNN: “La cruda verdad es que Venezuela está desperdiciando las mayores reservas petroleras del mundo y ya se está comenzando a parecer a Corea del Norte”. Abrí las cortinas. Abrí la nevera. Abrí el Twitter. Y comencé, de nuevo, a ingerir paladas inmensas de realidad nacional. Todo sigue en un crescendo apocalíptico. Desviar la mirada no resuelve nada. Escruté el calendario. Las elecciones del 8 de diciembre están cada vez más cerca. Por algún lado tenemos que empezar. Que la furia sea tu mejor voto. Leonardo Padrón

lunes, 25 de noviembre de 2013

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA USURA

ALBERTO BARRERA TYSZKA,

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Cambio una revolución por una licuadora. Por fin el paraíso ha llegado a nosotros. Ahora resulta que consumir nos devuelve la autoestima, que comprar barato o comprar sin pagar nos da seguridad en nosotros mismos, nos afirma como pueblo. El socialismo del siglo XXI es el antiguo consumismo del siglo XX. Devuélvanse. La utopía queda atrás.

Los hijos de Bolívar son capaces de hacer 30 horas de cola para obtener un televisor rebajado. Y algunos miembros de la Fuerza Armada, revolucionaria y antimperialista, son capaces de organizar las filas y cobrar algún dinero por los cupos. Y, del otro lado de la vitrina, los comerciantes son capaces de esconder la mercancía o de ponerse a re-remarcar los precios a una velocidad insospechada. 

Y el gobierno, mientras tanto, es capaz de declararse víctima de todo este sistema que él mismo promueve, ordena y controla. Si este proceso tenía algo de socialista y de izquierda, Nicolás Maduro lo enterró definitivamente esta semana. En muy pocos días, han convertido la autoproclamada revolución en un gran festival de homenaje al capitalismo.  Ahora, la Venezuela saudita es su bandera.

Es evidente que no se trata de un plan sino de un desespero. Ven venir el colapso total de todos sus gobiernos y quieren salvarse. No saben cómo hacer para que ese 50% de inflación no los manche. 

Basta con realizar un seguimiento de las declaraciones oficiales para darse cuenta de que solo tienen un hipo discursivo. El presidente llama un día a ahorrar, al día siguiente nos insta a consumir de cualquier manera, hasta dejar limpios los anaqueles; luego amenaza a comerciantes y empresarios, después los invita a que inviertan en el país; más tarde nos pide que denunciemos a los saqueadores… 

Maduro practica un extraño aerobics retórico que cambia radicalmente de rutina cada dos segundos. Sus colaboradores lo siguen con entusiasmo. El vicepresidente declara que el dólar paralelo es una “ficción”. El ministro de Comercio afirma que la inflación es “el resultado de una estrategia de la oposición”.  Nadie entiende nada. Necesitamos urgentemente un nuevo Órgano Superior de Traducción Simultánea.

Creo que todos estamos de acuerdo: los especuladores deberían ser perseguidos y castigados. Pero no dejemos fuera al gobierno, que lleva años viviendo y beneficiándose de la especulación. 

Que con un barril a más de 100 dólares diseña su presupuesto a 60 y jamás nos rinde cuentas claras sobre lo que hace o no hace con los otros 40 dólares. 

Que nunca ha sido transparente y nos ha comunicado la lista de empresas a la que les otorga millones de dólares. 

Peor aún: que ha despedido a aquel funcionario que se ha atrevido a denunciar las empresas fantasmas a las que se les dieron más de 20.000 millones de dólares. 

Ese es nuestro gran especulador. El gobierno que recibe y distribuye las divisas. Que cambia y juega a su antojo con el dinero. El gobierno que tiene y ha tenido todo el poder para consolidar un nuevo sistema de privilegios cuyas distorsiones ahora empezamos a sufrir. El mercado negro es rojo. El dólar negro es rojo. La especulación es, también, roja rojita.

¿Alguien recuerda, ahora, cómo se llenaban la boca hablando de los dos modelos, convocando al país a un profundo debate ideológico? Puro descaro. Pura sinvergüenzura vestida de Alí Primera. La revolución bolivariana terminará siendo solo un gran negocio. El socialismo del siglo XXI se está descascarando. Cada vez tiene menos maquillajes. Necesita secuestrar y encarcelar a periodistas. Como lo hizo en estos días con Jim Wyss, reportero del Miami Herald. Necesita la vulgar complicidad del CNE, que sigue sin pronunciarse sobre el decreto oficial del 8D como “Día de la lealtad a Chávez”. Necesita sobornar o extorsionar a diputados, realizar maniobras oscuras, para desconocer cada vez más la voluntad del pueblo. 

¿Acaso eso no es usura? ¿Acaso no nos están robando, día a día, el Estado y la democracia?

abarrera60@gmail.com

ABC: Diccionario para entender el caos económico en Venezuela


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Un enrevesado sistema de organismos y siglas ha convertido a la economía venezolana en una bomba de relojería, lista para estallar en cualquier momento, por sus arbitrariedades, falta de acceso a las divisas, escasez de productos básicos y desaliento a la producción. Los fabricantes han perdido apoyo, seguridad jurídica y económica: les es más rentable importar y dedicarse a la distribución. ABC.es

Control cambiario

El 5 de febrero de 2003 (hace diez años), en Venezuela se estableció de nuevo un régimen de control cambiario. Esto, según el diario económico venezolano «El Mundo», se realizó tras un convenio suscrito entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Venezuela. Para hacer efectivo este control, el entonces presidente venezolano Hugo Chávez decretó la creación de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).

Cadivi, la llave para acceder al dólar

Cadivi son las siglas con las que se identifica la Comisión de Administración de Divisas, cuyo principal objetivo es la administración, coordinación y control de la política cambiaria de Venezuela. Es decir, todo venezolano (empresas o personas naturales) que desee cambiar bolívares por dólares o euros para uso personal o para llevar a cabo importaciones, deberá pasar por este control. La asignación dependerá de un trámite engorroso y de si la persona cumple con los criterios establecidos por el órgano.

A través de Cadivi se obtienen dólares a precio oficial. El precio de la divisa ha variado en los últimos diez años, pero en la actualidad tiene un precio fijo de 6,3 bolívares, un valor que los economistas califican como «irreal» a la situación del mercado. Se debe entender que si algún venezolano quiere viajar al extranjero, primero deberá pasar por este órgano para conseguir divisas y el permiso para utilizar sus tarjetas de crédito en el exterior. Si no hace esto, ninguna casa de cambio en el extranjero aceptará sus bolívares así como tampoco podrá sacar dinero de cajeros.

Sicad

Son las siglas para identificar al Sistema Complementario de Administración de Divisas. Es decir, complementa los trámites que se realizan desde Cadivi y otorgan divisas «necesarias» para la importación de bienes fundamentales. El Sicad fue creado en 2013 y sustituye a otro organismo, el Sitme. A diferencia de Cadivi o el extinto Sitme, el otorgamiento de divisas se realiza a través de subastas públicas. Pueden participar en el Sicad, tanto las personas naturales como las personas jurídicas residentes en Venezuela.

Como se trata de una subasta el precio fluctúa dependiendo de la demanda y oferta. El Sicad reúne a las empresas que están inscritas en el Rusicac y en el Registro de Usuarios del Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Rusitme). Pero hay otras pequeñas y medianas empresas que no han podido entrar en esa lista, en consecuencia, quedan fuera de las subastas y deben recurrir al mercado negro (mercado negro) para comprar divisas necesarias para importar productos, para producir o para comercializar.

Escasez

El Gobierno saca a la calle dinero. Por lo tanto, hay liquidez de bolívares. El venezolano demanda los productos que la producción nacional no puede abastecer. Por esto, las empresas recurren a la importación. Para importar deben tener dinero, pero los bolívares no sirven para ello, así que deben solicitar divisas a través de los organismos que controlan el sistema cambiario. Estas solicitudes en muchos casos no se procesan en el orden que llegan y tardan hasta 180 días solo en entregar el dinero (aparte del tiempo de solicitud y aprobación).

sábado, 23 de noviembre de 2013

Electrodoméstico-manía


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Así lo veo

Saludos, apreciados amigos.

Llegó el fin de semana, lo sé porque Nicolás se refirió a María Corina, Henrique y Leopoldo como “Los rufianes del mar”. Hoy es viernes, lo sé porque Nicolás transmitió una cadena de radio y TV para anunciar al país sus planes de fin de semana.

Nicolás vende más que Eladio Lares, César Miguel Rondón y Gilberto Correa juntos, se la pasa todo el día mandándonos a comprar. Lo primero que le dijo Nicolás a Pepe Mujica en Miraflores fue: “Mira este pantalla plana que tengo aquí, te lo dejo barato porque me caíste bien”. Nicolás tiene metido entre ceja y ceja bajarle el precio a todo, el diputado 99 saltó y dijo: “No señor, a mí no”.

La electrodoméstico-manía está desatada, anoche para dormir me puse a contar neveras. Hay que ver el lado bueno a las cosas, cuando acabe la electrodomésticomanía los anaqueles de los establecimientos podrán ser reasignados como apartamentos. Los Juegos Deportivos Bolivarianos consideran incluir las disciplinas de “100 metros con televisor pantalla plana con relevos” y “asalto a tiendas con garrocha”.

¿Escucharon la nueva presentación de las cadenas? “El siguiente es otro llamado irresponsable del gobierno transmitido en cadena nacional de radio y televisión”.

Nicolás llamó a la calma y pidió no hacerle caso a sus mensajes en cadena de radio y televisión. No entiendo, Nicolás llama a la calma y la gente no sale corriendo a llevarse toda la valeriana que se les atraviese en el camino.

Por instrucciones de Nicolás este año Pacheco en lugar de “bajar” deberá “rebajar” a Caracas. Pésimo eslogan comercial: “Pague uno y llévatelo todo!” Los precios de los electrodomésticos están casi tan bajos como la estrategia para conseguir al diputado 99. Todo el mundo está bajando los precios, me detuvieron en una alcabala y solo me pidieron pa’l fresco. Daka está como los ojos de gato en la carretera LaraZulia: solo queda el repele.

La creciente adquisición de televisores pantalla plana propiciará la fundación de una nueva organización política, el PPT: Plasmas para Todos. Estaba en un restaurante, entré al baño y ahí estaban dos personas hablando de cuántas pulgadas lo tenía cada uno, se referían a sus pantallas planas. Es tan obvia la estrategia que la cantidad de televisores, microondas, neveras, etc. por persona debería estar regulada por el CNE.

Allanaron la inmunidad parlamentaria a la diputada Aranguren, ahora podrán insultarla y lanzarle conchas de cambur desde el balcón de la Asamblea, ¿perdón?…

Cierto, eso ya lo hacían desde antes. A mí una vez me allanaron la inmunidad parlamentaria, me dio por comer bombones de chocolate, me puse gordísimo.

El pueblo se encargará de regular a la primera sobrevaluada, la revolución.

Llegó la Navidad, ya suenan las gaitas, ya sirven hallacas y ya se quemó una de las torres de Parque Central.

Son dos las torres de Parque Central: la Torre Este y la Torre Inflamable. La Torre Oeste de Parque Central se parece a los shows del Conde del Guácharo: ambos están quemaítos.

Es temprano en la mañana, ¿cómo lo sé?, lo sé porque se atascó otra gandola debajo del puente de Los Ruices.

Eso si te tienen las gandolas, no aprenden de las experiencias ajenas, tienen que atascarse bajo el puente de Los Ruices una por una. Finalmente apareció una cola más grande que la de la autopista Francisco Fajardo, la de las tiendas para comprar electrodomésticos.

Venezuela importará 450.000 toneladas “extraordinarias” de alimentos hasta marzo, dijimos “alimentos” amigos de Air France, “alimentos”. La importación de 450.000 toneladas mensuales de alimentos es lo que los consumidores conocen como “¡preparados, en sus marcas, listo, fuera!”. Antes una persona se ponía casco y rodilleras porque se disponía a montar bicicleta, ahora lo hacemos para ir al supermercado. Ayer había un montón de gente en el aeropuerto de Maiquetía, fueron a recibir un paquete de azúcar que llegaba de Bogotá.

Seguimos encantados por “cuentacuentos”, buen trabajo Tío Tigre y Tío Conejo.

Al igual que la memoria de muchos, y el pésimo asfaltado en carreteras y calles, esta columna se autodestruirá en cinco segundos …5 …4 … 3…2 …1.

Nos leemos en Twitter: @LuisChataing.

LUIS CHATAING
EL NACIONAL
Viernes 08 de Noviembre de 2013

PATRIA, HISTORIA Y TRADICIÓN

EUMENES FUGUET BORREGALES

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Proviene del latín patria, familia o clan - patris, tierra paterna,  pater, padre; suele designar la tierra natal o adoptiva, a la que un individuo se siente ligado por vínculos de diversas índole, como afectivos, culturales o históricos, o lugar donde se nace. 

También se denomina Patria a la tierra natal de los padres de una persona, a la cual se siente ligado afectivamente sin necesariamente haber nacido en ella. 

El significado suele estar unido a apreciaciones políticas, sentimentales o ideológicas, por ello es objeto de diversas interpretaciones. 

Por primera vez en Venezuela se usa el término “PATRIA” en los informes presentados al Gobernador por varios caballeros tocuyanos, en la justificación de la marcha de la muchedumbre relacionada con el Alzamiento de El Tocuyo el 11 de mayo de 1744 que en realidad estaba dirigido contra la Compañía Guipuzcoana, se expresaba que: “La defensa de la religión católica, el servicio al rey y la defensa de la propia Patria”. 

Uno de los protomártires de nuestra independencia Manuel Gual, compañero de ideales, lucha y sacrificio  de José María España, desterrado en Trinidad al ser debelado su movimiento el julio de 1797, envió una carta a Francisco “Libertad” Miranda que se expresa por si sola: “Si por mal que le han pagado a Usted los hombres, si por amor a la lectura y a una vida privada, como anunciaba Usted en un diario, no ha renunciado a ser el salvador de su Patria”. 

El Juramento lanzado a los cuatro vientos el 15 de agosto de 1805 en Monte Sacro, nuestro futuro Libertador, en presencia de su maestro Simón Rodríguez y su primo Fernando Rodríguez del Toro, exclama: "Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".

“Para nosotros la Patria es la América”. Carta de Bolívar a Urdaneta- Pamplona 12-XI-1814. Nuestro eximio caraqueño, el hombre que lleva prendido en el alma el gran ideal de Patria; en muchas oportunidades menciona esa sagrada palabra, con su mensaje aleccionador y futurista.  

El general Antonio José de Sucre, “El caballero de la historia” y el “prócer más puro de la independencia americana, expresó: “Sólo es patriota, quien no mancha con su mal comportamiento, el honor del país a que pertenece”.

El prócer irlandés James Roock, herido de gravedad en el combate de Pantano de Vargas, el 25 de julio de 1819, en momentos de amputarle el brazo derecho, levantó el izquierdo y exclamó ¡Viva la Patria! El cirujano le preguntó ¿Cuál Patria? Y contestó, la que me ha de dar sepultura. El presbítero Carlos Borges (1868-1932), nos deja un axioma digno de mencionar: “La Patria es todo lo grande y lo pequeño, lo que pasa y lo que perdura, lo que sonríe y lo que llora, las realidades y los sueños, toda la alegría y todo el dolor de la vida. La Patria es el pecho de la madre que nos alimenta, y el brazo del padre que nos sostiene y que nos guía y la cabeza blanca del abuelo que se inclina sobre nuestra inocencia y la diestra del sacerdote que nos bendice y la palabra del maestro que nos siembre de luz el pensamiento”. 

Andrés Eloy Blanco, “el poeta del pueblo”, en su poema Angostura nos  indica que: “Y cuando subió la escalera, hacia la cumbre del Congreso y cuando volvió hacia la playa con la República en el pecho, ¿qué fue, Orinoco, aquella luz que te encrespó los músculos y te erizó los nervios y sacudió tus hondas fibras desde la planta de Maipures hasta el puño de Macareo? ¿No era la Patria acaso? ¿No era la Patria misma? La Patria secular que te nació en tu seno y vivirá en los siglos, eterna como el Mundo, porque si un día se nos muere te devolverás del Océano”. 

Esta es una tierra bendita y fecunda, que espera de sus hijos un pedestal más alto para su gloria. La Patria, no es sólo un mirar hacia el pasado para extasiarnos en su significado, también es un presente con todas sus dimensiones de angustia y de lucha, es una unidad porque es el alma nacional. 

La Patria Inspira al heroísmo, al sacrificio y a la abnegación, motiva a los poetas épicos enaltecer cantos de victoria.  “Mis últimos votos   son por la felicidad de la Patria”

Última Proclama del Libertador- Santa Marta 10-XII-1830.

(*) Gral. de Bgda.                                                               Churuguarero77@gamil.com

@eumenesfuguet

NI PLASMA, NI MAZEITE


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La frase de Maduro pronunciada muchas veces “todos los precios bajarán” está teniendo inesperadas consecuencias.

No hay que ser muy listo para saber que la intención de la declaración es atraer simpatías y votos frente a un cercano proceso electoral, pero resulta que existen venezolanos  a los que no les hace gracia la cosa y vamos a referirnos a eso.

Si sumamos los comercios, fábricas y empresas de servicio existen cerca de 500 mil firmas. De ellas solo 10 mil han recibido dólares baratos. Esto se traduce en que casi todas las empresas no entienden porqué deben rebajar sus precios si todo lo hacen en bolívares. Pero el teatro propagandístico del gobierno ha sido tan grande mostrando casos “horribles” como el de un taladro que se vendía a 2 mil y lo habían comprado a 500 o la batería que costaba 3 mil y ahora se “bajó” a 2 mil, que todos los comercios están temerosos de que la guillotina de bajar los precios no “pelará” a ninguno.

De la misma forma existen 5 millones de personas que trabajan en la llamada economía informal y en su gran mayoría se dedican al comercio. Todos se están preguntando en estos momentos si el gobierno también le va a bajar el precio a lo que venden pues todos saben que si venden a la mitad del precio van a ganar la mitad de antes.

Debemos confesar que dentro de esta balumba no deja de ser divertido ver un Ministro  mostrando, muy serio, el sobreprecio de una licuadora, a otro Ministro, escandalizado, por el sobreprecio de una corta grama y a otro asombrado por el re marcaje de precios en los juguetes. Pero bueno parece que este sistema de inspecciones televisadas ya empieza a oler a caliche y no sería raro que el ímpetu de salvadores de la patria en esta arriesgada misión de revisar depósitos, desaparezca después del 8-D.

Si bien algunos ciudadanos han podido obtener beneficios con las compras a precios rebajados a lo loco, también se ha generado una enorme preocupación en todos los cabeza de empresa que como ya vimos son 500 mil, y en sus empleados frente a un posible cierre o reducción de actividad y sin duda en todos sus familiares.

De la misma manera los 5 millones de almas de la economía informal están a la expectativa de ver que va a pasar con ellos y sus negocios y las anunciadas rebajas obligadas de precios.

La gracia de Maduro y su gente puede haberse convertido en morisqueta y el beneficio electoral esperado podría evolucionar a un rechazo de millones de personas que ven en peligro su precaria estabilidad económica.

Sin variantes, en todos los sitios donde se controlan los precios surge la escasez y su primo el mercado negro, así que los plasmas van camino al oscuro lugar donde ya vive el mazeite.

Pero hay que reconocer que como estrategia de salida del poder no suena mal. Es posible que en algún futuro cercano los ya fracasados rojos alivien en algo su pena diciéndose que su combate heroico no cesó nunca contra la oligarquía.

Estamos muy de acuerdo en su retirada honrosa pero, eso sí, que sea pronto.

                                                           Eugenio Montoro

montoroee@yahoo.es

CARTA DE UNA PROFESORA...

YOLANDA MAEER,

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Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 60 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".

Luego, cuando eras un poco mayor, llegaba "Semillitas", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Semillitas, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.

En Primaria estudiábamos Lengua , Matemáticas , Ciencias , no teníamos Educación Física. En 6º de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te bajaban y bien bajada la nota.

En Bachillerato, estudié Historia de España, Latín, Literatura y Filosofía.

Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda...

Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura.

Y.. vamos con la Gramática.

En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante";

el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente".

¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene identidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "ente".

Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.

De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice

"estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”.

Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española ? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).

Les propongo que pasen el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto.

Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

yolandamaeer@gmail.com

Habilitante irritante


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Así lo veo

 

Saludos, apreciados amigos.

Inhabilitaron de nuevo a David Uzcátegui. El más interesado en que la oposición consiga un candidato es Winston Vallenilla, ¿imaginan qué humillante debe ser perder contra nadie? No, señor Winston, no se vale, no puedes ser el candidato de la MUD en Baruta, tú estás con la PSUV. Inhabilitaron a Uzcátegui, me parece que es hora de que el diputado 99 le eche una ayudaíta. Cuadrillas de campaña amanecieron trabajando fuerte en Baruta, están achinándole los ojos a todos los afiches de la candidatura de David.

Uzcátegui fue inhabilitado para ser candidato, después no se quejen si lo pillan robando reproductores o rayando paredes. Winston Valenilla invitó a Gerardo Blyde a resolver este asunto de otra manera, ¿qué tal una competencia de mover gandolas jalándolas con la boca? El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, está como la muchacha del comercial del remedio para el ardor estomacal: quiere repetir.

Muy bien, te aprobaron la habilitante, espero que a los dos días no te aburras y la dejes tirada en la sala al lado de la bicicleta. ¿Concentrarnos en los alrededores de la AN para apoyar la habilitante? ¿Y quién nos cuida los puestos en la cola para entrar a Traki? De tanto escuchar sobre la ley habilitante las niñas piden para Navidad el “Bebé repollito con poderes especiales”; los niños piden el “Transformer que regula los precios”.

Nicolás advirtió desde Maracay: “No se equivoquen conmigo”, lo tenemos claro, él prefiere equivocarse solo. El gobierno intenta por todos los medios reducir su margen de ganancia a 0 en las próximas elecciones, ¡Vamos! ¡Sí se puede! Le aprobaron poderes especiales a Nicolás, dicen que se acostó tardísimo cambiando canales de su televisor parpadeando dos veces. Que vergüenza, la ley habilitante llegó a manos de Nicolás al mismo tiempo que una pizza que había pedido, obviamente recibió la habilitante y luego pagó la pizza. Nicolás con poderes especiales podrá advertir la presencia de Evo Morales con 24 horas de anticipación, lo que permitirá inventar cualquier excusa. Nicolás con poderes especiales podrá adivinar qué está preparando Cilia para comer y no tendrá que mandarle mensajitos de texto cada 5 minutos. Nicolás con poderes especiales será tan ágil como una gacela.

Nicolás tendrá poderes especiales durante un año, el traje es muy parecido al de Iron Man, con una guayabera de aluminio y hombreras de cobre.

Nicolás aprobó las primeras dos leyes, esperó a que le creciera la barba y se las entregaran talladas en piedra.

Nicolás aprobó las primeras dos leyes, ténganle paciencia, son las primeras, poco a poco irá agarrando práctica.

Nicolás debería comenzar aprobando leyes sencillitas, por ejemplo, regular el ajo en los tostones o aprobar incentivos económicos para empresas que promuevan sus productos con Vanessa Goncalves.

Antonio Ecarri retiró su candidatura al municipio Libertador, ocupará un puesto que quedó vacante en la escudería Williams de F1. Ecarri no quiso ser la excusa de la derrota de Ismael García, tranquilo, la excusa de Ismael será esa pregunta dificilísima que le hará Cala.

EL DATO: el único país que puede jactarse de que menos de la mitad de su población sea hija de un expresidente es Paraguay. ¡Bravo, Fernando Lugo! El gobierno importará 400.000 electrodomésticos… Denme un segundo… Nop, eso no incluye al Snoopy que baila reguetón. Cuando el presidente de Corpoelec, Jesse Chacón, escuchó que el gobierno comprará 400.000 electrodomésticos saltó y dijo: “Ay, caramba!”. Importarán 400.000 electrodomésticos, me preocupa que no hayan pensado en el papel de regalo.

¡Comenzó la campaña electoral en todas las tiendas Traki!, ¡llévatelo todo y engánchate con Pérez Pirela, Ernesto Villegas y el Potro! Nuevas promesas electorales: *Vota por mí, no tendrás que hacer cola, ¡te llevamos el electrodoméstico hasta tu casa! *Si votan por mí no canto más (Potro rolo e’ vivo). *Un voto un paquete de azúcar. *¿Agobiado por la campaña? ¡Vota por mí y no me verás más!

*¿Quieres que regresen las hombreras? ¡Vota por mí!

Nos leemos en Twitter: @LuisChataing.

Por: LUIS CHATAING
EL NACIONAL
Viernes 22 de Noviembre de 2013

viernes, 22 de noviembre de 2013

Tiene superpoderes

LAUREANO MÁRQUEZ:

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Humor en serio

 

■ Es el sueño de todos, tener poderes sobrehumanos que le permitan a uno realizar hazañas y proezas que no están al alcance del resto de los mortales.

Esta semana, nuestro superhéroe particular cuenta con todos los súper poderes que la ciencia ficción atribuye a los más destacados súper poderosos de todas las pantallas. Si realizamos un inventario, sin duda posee los más importantes:

- Puede volar a donde quiera, no necesita reservaciones, pasajes ni cupos de CADIVI, que eso, aparte de él, solo lo tiene Superman. Basta con expresar su deseo de ir a alguna parte y un avión está a su disposición, incluso sin revisión de maletas por la guardia.

- Se puede teletransportar. Cada vez que lo desee puede aparecer su voz y su imagen en todos los televisores y radios del país. No se necesita siquiera de proyectar un murciélago en el cielo de Ciudad Cómica, para que haga acto de presencia, está siempre.

- Es grande como Hulk, el hombre increíble y cada vez que agarra una rabieta se pone verde y destruye cosas, contando para ello con el uso de su fuerza.

- Tiene poderes especiales de percepción: ve y oye cosas que el resto de los humanos no pueden ver.

- Puede desintegrar objetos si concentra su mirada en ellos. Daka fue su más reciente muestra.

- Control mental: puede modificar la mentes de los demás si se lo propone, para ello cuenta con recursos muchos más eficientes que las armas psíquicas. Lo acaba de hacer con el 99.

- Distorsión de la realidad mediante el control del espacio y el tiempo.Esta es una de las armas más poderosas de los superhéroes y él la tiene. Puede cambiar las coordenadas espacio temporales y modificar las propias causas de los hechos.

- Posee regeneración espontánea, que es uno de los superpderes más codiciados. Es capaz, una semana después de decir exactamente lo contrario de lo dicho la semana anterior, sin que nada suceda.

- Puede hacerse invisible o mimetizarse con su entorno, para lo cual está provisto de una buena cantidad de disfraces.

- Tiene el poder de la telepatía. Es capaz de transmitir su pensamiento a los que le siguen sin generar mayor discusión.

- Por último, tiene un poder sumamente especial, con el que muy pocos superhéroes cuentan, el de la amnepatía, que es el poder de borrarle recuerdos a los otros e incluso borrarles la memoria por completo.

Como todo superhéroe que se respeta tiene tres archienemigos diabólicos: Henrique Capriles, Leopoldo López y María Corina Machado. Ellos son la fuerza del mal, los causantes de la destrucción del planeta. Vienen del espacio, tienen forma humana, pero son en realidad horribles monstruos. Quieren conquistarnos y él esta aquí para impedirlo.

Pero también -cosas la ciencia ficción- como todo súperpoderoso tiene un flanco débil, un talón de Aquiles. Su criptonita son las elecciones. Su cercanía no le deja descansar, sus poderes se debilitan…

Por: Laureano Márquez
Diario Tal Cual
viernes 22 de noviembre del 2013

jueves, 21 de noviembre de 2013

Hotel Regina


Expropiado por Fidel Castro hace medio siglo. Véanlo unos días antes de su total demolición. La Habana - Cuba

sábado, 16 de noviembre de 2013

El idiota perfecto es chavista

Gustavo Tovar Arroyo:

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Un escupitajo verbal

De no haber muerto, el destino del sátrapa embalsamado Hugo Chávez habría sido la cárcel; si no se suicida antes, el destino del idiota Nicolás Maduro será un manicomio.

En la cárcel, habríamos escupido en el rostro a Chávez todo el daño que le causó a Venezuela y toda la perversión que impuso al país. En el manicomio, no podremos escupirle en la cara a Maduro toda su perturbación y enajenamiento traidor porque seguramente, en su idiotez, confundiría nuestro escupitajo moral con una cagada de pajarito y pensaría, como la superstición popular, que la saliva en vez de ser recriminadora es un signo de buena suerte.

No valdría de nada la recriminación, Maduro lo celebraría y solicitaría una foto mientras el gargajo censor recorriese su bigote para mostrar al mundo una nueva aparición de su amado, en esta ocasión chorreante de suerte.

Ni de vaina lo haremos, no debemos perder nuestros escupitajos en vano, menos en tiempos lunáticos de saqueo y escasez.

Aunque pensándolo bien un escupitajo verbal a los idiotas saqueadores de la decencia en Venezuela nunca está de más. Uno solo en nombre de millones de venezolanos indignados y asqueados por la podredumbre moral que el chavismo -y su Maduro- nos ha impuesto.

¡Ahí va: split!

El idiota perfecto latinoamericano es chavista

En mi anterior entrega reflexioné sobre el “Ser o no ser, chavista…”, esa categoría política que surgió con Chávez y que corrompió el sublime concepto de la “raza cósmica” que sobre nosotros había ofrecido el mexicano José Vasconcelos.

Sugerí que el chavismo es la más hipócrita y depurada perversión ideológica que hayamos conocido hasta nuestros días, no sólo por su cobardía y traición intrínsecas, sino por su regordete y desfachatada opulencia nueva rica.

Su líder, Hugo Chávez, un cobarde y traidor que mostró por primera vez su chupado rostro después de un discurso asesino de tanques y de balas en 1992, que se engordó de hez por tanto robar y por permitir que sus familiares y revolucionarios “socialistas” también lo hicieran, es el mejor ejemplo del sobrepeso desvergonzado del chavismo. Su fundador.

Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa se anticiparon y describieron a los chavistas de modo quirúrgico en el satírico “Manual del perfecto idiota latinoamericano”.

Ellos los describieron; Botero los pintó en su espesa, cómica, caricaturesca y vulgar obesidad corrupta.

Esencialmente cobardes y traidores como su infinito führer (líder), Hugo Chávez, los chavistas son sin duda los perfectos idiotas del socialismo llorón latinoamericano, pero son algo más y peor: son los gordinflones multimillonarios y corruptos de la revolución Cartier socialista, los burdos y emperifollados burgueses de la joya y la descomposición moral, los despilfarradores y grotescos nuevos ricos de la izquierda latinoamericana.

Los chavistas son el gordo signo de su putrefacción.

Dime si eres chavista y te diré quien eres

Chávez no ha sido el más despiadado y brutal de los dictadores latinoamericanos, ha sido, eso sí, el más corrupto, tramposo y regordete embaucador del que tengamos memoria.

Fue un cínico popular como nunca se había conocido antes.

Con el chavismo, en medio de su bochinche y algarabía perennes, se impuso una deformación social y una tergiversación ideológica sin precedentes en Latinoamérica, nació una nueva raza política, un mestizaje de inmoralidad que unió lo peor de nuestro pasado social a los males de la modernidad: la hipocresía socialista, el egoísmo nuevo rico capitalista, la indolencia criminal del narcotráfico, la corrupción administrativa, el cinismo, el chantaje, la promiscuidad, el desorden y la doblez moral; últimamente además la demencia de Maduro le ha agregado idiotez, mucha idiotez, al chavismo.

El chavismo ha sido de todo y no ha sido nada, sólo desorden, depravación y caos. Además un caso curioso de perfidia e intriga regional. Si por sus obras los reconoceremos, su obra mayor sería la penetrante inmoralidad y extorsión que sembró en la política latinoamericana.

Se dan golpes de pecho mientras le clavan una daga de oro al pueblo por la espalda. Su descomposición es obvia.

Tienen tufo, su desvergüenza apesta.

No se dan cuenta

Es fácil, muy fácil reconocer a un chavista. Son cobardes y traidores, vulgares y desfachatados, gordinflones en corrupción, pero además dementes, lunáticos, saqueadores y ladrones, más idiotas que los idiotas descritos por Plinio, Montaner o Álvaro Vargas en su libro.

Los lugares comunes en el discurso chavista son conocidos: socialismo, imperialismo, guerra económica, yanquis contra revolucionarios, etcétera; los nuevos elementos son únicos: Louis Vuitton, Cartier, Gucci, Audi, pajaritos, millones y millonas, libros y libras, estigmatizaciones y aparecidos.

Son un hazmerreír y no se dan cuenta. El mundo les lanza un escupitajo en la jeta y lo celebran, piensan en la cagada del pajarito, en el saqueo a Daka -y otros comercios- y creen que es suerte.

No entienden que crean un manicomio, claro, son los idiotas perfectos…

@tovarr

jueves, 14 de noviembre de 2013

El Maestro

Ellos aman siempre a su maestro, pero más muerto que vivo. Cuando el maestro vive, él puede preguntar la lección, y entonces, les sentará mal. Pero cuando el maestro muere, ellos mismos llegan a ser maestros, y ahora el mal se hace a otros.

L. Andreev, Judas Iscariote

lunes, 11 de noviembre de 2013

VENEZUELA DESAPARECIÓ

Miguel Angel Landa:

26 julio 2013

Lo confieso: no tengo idea en donde estoy ni para donde voy. Las que fueron mis referencias para ubicarme en Venezuela han desaparecido. Es como volar en la niebla sin radio y sin instrumentos. Nací y crecí en Caracas pero ya no soy caraqueño: no me encuentro a mi mismo en este lugar convertido hoy en relleno sanitario y manicomio, poblado por sujetos extraños, impredecibles, sin taxonomía.
A lo largo de mi vida recorrí casi todo el país, lo sentí, lo incorporé a mi ser, me hice parte de él. Hoy no lo reconozco, no lo encuentro. El extranjero soy yo. Ocho generaciones de antepasados venezolanos no me ayudan a sentirme en casa. Nos cambiaron la comida, los olores de nuestra tierra, los recuerdos, los sonidos, las costumbres sociales, los nombres de las cosas, los horarios, nuestras palabras, nuestras caras y expresiones, nuestros chistes, nuestra forma de vivir el amor, los negocios, la parranda, o la amistad. Forzosamente nuestro cerebro y nuestro metabolismo se fueron al carajo, ese ignoto lugar carente de coordenadas.
Hoy somos zombis, ajenos a todo, letras sin libros, biografías de nadie. Nos quedamos sin identidad y sin pertenencia. Una forma muy ocurrente de expatriarte: en lugar de botarte a ti del país, botaron al país y te dejaron a ti. Hoy Venezuela agoniza en algún exilio, pero no en un exilio geográfico. No, Venezuela se extingue aceleradamente en un exilio de antimateria, sin tiempo ni espacio. Cualquiera sea el intersticio cuántico en donde se desvanece Venezuela, no podremos llegar a él.
El país desapareció de la memoria de las cosas universales; no existen unidades o instrumentos capaces de medir su extraña ausencia. No hay un cadáver que sepultar, ni sombra, huella, o testamento que atestigüen una muerte. Todo se perdió en un críptico agujero negro. Más que una muerte esto ha sido una dislocación en el espacio-tiempo.
Pronto se dirá: “¿Venezuela? Venezuela nunca existió.” Se me ocurre que en ausencia de muerte formal procede ausencia de llanto. Aquí no habrá velorio. La cosa no merece ni un palito de ron. Los pocos dolientes potenciales que pudieran darse, se irán poco a poco al mismo no-lugar en donde el país se escurrió para desvanecerse para siempre.
Extraño final para un país: no pudimos ni siquiera ser un Titanic y hundirnos con algo de tragedia y romanticismo. La elegancia no fue precisamente una de nuestras características como pueblo. No tendremos el honor lúgubre de ser Pompeya. No se hablará de nosotros como de Nínive o de Troya. Nunca podrá algún Homero contar que tuvimos un Aquiles. No seremos lana para tejer leyendas. Nuestro final solo nos dejará vergüenza.

Ser o no ser, chavista…


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“Venezuela: vergüenza mundial..”

 

■ En Latinoamérica tenemos categorías políticas reconocidas para casi cualquier espécimen que ha dado nuestro folclore, o mejor, nuestra fauna popular de hombres públicos.

Aunque con ciertas variables en el tiempo, cuando a uno le hablan de un priista, un panista, un aprista, un peronista, un castrista, un guevarista, un adeco o un copeyano, uno tiene una idea remota de quién es o de qué se trata.

Ha surgido una nueva categoría, el chavista, que habría sido fácil de categorizar de no haber sido por la bobalicona descendencia, Nicolás Maduro, que se supone debe darle trascendencia. Este hecho inesperado e inaudito, lo pervirtió todo.

Digo fácil porque de Hugo Chávez sabemos que era tramposo, cobarde, gritón, payaso, que para él un gobierno, una dictadura, incluso una revolución, era una “joda”, un teatro, un show de televisión, pero lo que no conocíamos ni suponíamos era su tendencia pervertida, promiscua, su flaqueza por un amor secreto que a la postre haría sucumbir su memoria estridente pero precaria.

Lo que no conocíamos ni suponíamos es que, como las más tragedias amorosas de la historia de la humanidad, destruiría todo, acabaría con todo, por un amor firme, pleno, como la luna llena, irrevocable, absoluto y total por Nicolás.

Era Chávez, cualquier cosa podía suceder con él, sorprendió hasta el final de sus días.

La hostilidad encubierta

Para suerte de la libertad y de la coherencia histórica latinoamericana, Chávez hizo trizas su memoria, decapitó su movimiento político obligando a los fieros revolucionarios que le acompañaban a que aceptasen a su amado como sucesor.

Cuándo se estudie a Chávez a fondo habrá que señalar su tendencia suicida para destruir todo lo que decía amar y defender, su deshonestidad solapada en todo y cuanto hizo, su hostilidad encubierta contra el mundo y contra los devotos que lo seguían, su resentimiento no expresado contra sí mismo y contra su revolución: su traición.

Chávez era un traidor y el chavista por esencia también lo será. Encubiertamente destruirá toda idea que se proponga emprender. Esa es su fatalidad: la destrucción.

Un chavista, como buen fanfarrón, es hostil, destruirá de manera solapada, consciente o inconscientemente, todo lo que dice amar y defender, entre otras cosas a nuestra bella Latinoamérica.

Si Chávez en vida humilló nuestra cultura, pervirtió nuestra fortaleza moral y lucidez cultural y nos convirtió en el hazmerreír universal, muerto y legándonos a su Maduro, elevó nuestra vergüenza mundial hasta el paroxismo.

El realismo mágico de García Márquez no es una ficción, es una tristísima y patética realidad. Maduro, el dictador, le habla a los pajaritos.

¡Oh, my god!

La raza cósmica corrompida

Un latinoamericano es a un tiempo un árabe, un judío, un africano, un cristiano, un indígena y un europeo. Nuestro espíritu, además, posee la gracia y hondura de los griegos y la reciedumbre de los romanos. Somos la raza cósmica, según José Vasconcellos.

Nuestro mestizaje, pluralismo y variedad sociológica sólo podía sentenciarnos, según el filósofo mexicano, a completar acciones sublimes, nuestro destino inevitable debía ser guiar a la humanidad.

Ninguna raza ni sociedad posee la misma complejidad y gracia del latinoamericano. Somos universales y cósmicos, según nos figuró y visualizó Vasconcellos.

Lo que no figuró jamás el pensador mexicano es que así como el mestizaje trae bondades y colorido a una cultura, también puede acarrear maldades y oscuridad, una sociedad mestiza no sólo hereda lo más hermoso y noble de su pasado, sino también lo más corrupto y pervertido de él.

Chávez es en ese sentido la encarnación de la raza cósmica corrompida, el rostro que envilece y pervierte la belleza de la cultura latinoamericana, es la unión de todos los males pasados y presentes de la fauna política latinoamericana: es la prostitución de nuestras ideas políticas.

Es el fingidor, el taimado; es el traidor.

Hugo Chávez Frías

Cada vez que tengo la oportunidad, lo recuerdo y pregunto: ¿cuál fue el primer discurso público que pronunció Hugo Chávez Frías a Venezuela y Latinoamérica?

Una estridente y asesina ráfaga de balas, -a traición, por la espalda, nunca de frente- sobre la humanidad de sus incautos “hermanos del alma” militares en el sigilo de la medianoche del 3 de febrero y durante la madrugada del 4 de febrero de 1992.

Su primer discurso político fue un asesinato en serie y a mansalva, sin ninguna contemplación ni escrúpulo contra inocentes venezolanos. Pregunto ¿qué diferencia esta acción de Chávez de cualquiera de la de esos asesinos en serie que, con razones “redentoras” de la humanidad, se presentan en escuelas o espacios públicos y asesinan a incautos seres humanos?

Nada, son igual de deplorables y lunáticas, de desquiciadas y asesinas sus acciones y sus consecuencias. La diferencia es que en Venezuela, Rafael Caldera perdonó al psicópata asesino, excusando de alguna manera su traición y colaborando para que fuera presidente.

Mágica realidad o trágica ficción, en todo caso traición ineludible a nuestra cultura.

Así comenzó el despelote revolucionario chavista y su permanente mentira. Así se institucionalizó el cinismo socialista del siglo XXI: con traición y muerte. Así deberá comenzar cualquier caracterización que se pretenda hacer del chavismo, como un traidor mortal de Venezuela, de Latinoamérica y de nuestra Raza Cósmica.

Dime si eres chavista y te diré quién eres.

(Continuará la semana que viene…)

Por: Gustavo Tovar Arroyo
@tovarr
sábado 10 de Noviembre, 2013