En la década del treinta, como consecuencia de la depresión, Gorky tuvo que afrontar serios problemas económicos, La única solución que encontró, fue acceder a un programa del gobierno de ayuda a los artistas, para lo cual tuvo que nacionalizarse como americano. Tomó esta decisión con el propósito de encontrarle una salida a su preocupante situación económica, pero Gorky nunca fue americano. El desarrollo de su pintura en esta época fue mucho más complejo, fusionando distintos movimientos pictóricos y tendiendo hacia lo más abstracto, con el deseo de develar las verdades allí ocultas. Se debe profundizar bastante más para descubrir su Armenia en las obras cubistas y abstractas, pero si el observador atento sabe buscar, allí mismo la encontrará. Muchos de los trabajos de Gorky de este período son imágenes de su hogar; imágenes de su infancia en Jorkom, en las cuales predominan los rojos, anaranjados, amarillos, verdes y marrones, de tonos vívidos y fuertes contrastes. Esta serie recibe el nombre de "Imágenes de Jorkom". Había comentado previamente la idea de Gorky acerca de la importancia de la tradición como la premisa fundamental de todo gran arte. Para el artista, las raíces del Cubismo se encontraban en el arte antiguo y medieval. Pero fue quizás en sus trabajos figurativos, particularmente en sus dibujos de los años treinta, que su propia continuación de la tradición de los antiguos maestros, se hizo más clara y manifiesta. Me refiero particularmente a dos dibujos relacionados con la obra "El artista y su madre", uno data del año1934 y el otro, de 1938, detallados dibujos de la cabeza de Shushanik, de los cuales el artista estaba muy orgulloso.
Esta etapa de su vida marca una profundización de la serie de Retratos Armenios, gracias a estos dibujos con lápiz y a un decidido intento de plasmar sus memorias y deseos de Armenia, desde un enfoque más abstracto y simbólico.
"Arshile Gorky: Una experiencia armenia en la diáspora"
Lic. Maria de la Paz Albarracín
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