miércoles, 23 de octubre de 2013

Si no es chavista, no es venezolano

Toto Aguerrevere

26 junio 2012

Hoy me he pasado la mañana mirando mi cédula de identidad. No la he visto con detenimiento desde que me la saqué por primera vez a los nueve años. Ese acto marcó mi vida pues no solo me dio un número de identificación, también me obligó a meterme una cartera en el bolsillo trasero de mi pantalón. La ciudadanía hace eso, te regala identidad y una nalga más acolchada que la otra.
Miro el papel plastificado y solo pienso en una cosa: Dios qué sexy es mi huella dactilar. Veo mi foto y confirmo que no es casualidad que el “SOLTERO” vaya en mayúsculas. Compruebo mis nombres, mi fecha de nacimiento y opino que mi firma es más de autógrafo que la del director del SAIME. Sí, todo está normal, hasta la identificación del país al cual pertenezco y más abajo la nacionalidad que ostento. “VENEZOLANO”, dice, así en letras negritas como para que no se me olvide jamás.
Volteo la cédula para ver si por ahí está lo que busco pero no encuentro nada (mentira, hay una calcomanía de Badtz-Maru que me pegó mi sobrina y me parece lo máximo). La pongo a contraluz para ver si hay una marca de agua, un holograma o algún mensaje oculto que excitaría a John Nash. Pero nada sale. En mi cedula de identidad no dice que yo soy chavista.
En el aniversario de la Batalla de Carabobo, el Presidente de mi país dijo: “si no es chavista, no es venezolano”. Una frase que no la inventó él aunque manda a gente como yo a sacar su cédula. Hace dos mil años Jesús patentó el cartelón que dice: “el que no está conmigo, está en mi contra”. Luego inventaron el micrófono y Lenin lo aprovechó para gritar: “cada hombre debe elegir si está de nuestro lado o en el otro lado”. Y en una galaxia muy, muy lejos de aquí, Darth Vader se lanzó entre alientos: “si no estás conmigo, entonces sois mi enemigo”. En conclusión, el Presidente es medio copioneto pero se le perdona porque La Guerra de las Galaxias tiene una cita pa’ todo.
Esa frase me inquieta. Si mi cédula dice que soy venezolano pero el Presidente dice que no lo soy porque no creo en el chavismo, ¿quién tiene la razón? Me voy a la Constitución para que me aclare la pregunta pero entre la maraña de “serán venezolanos y venezolanas los y las nacidos y nacidas dentro y dentra del territorio y territoria”, ¿quién entiende si ahí dice que hay que ser chavista y chavisto también?
Decido darle el beneficio de la duda al Presidente por un momento. Está bien, como no soy chavista no soy venezolano. Pero si eso es así, creo que me tiene que aclarar algo que no entiendo: ¿de dónde soy entonces? Yo tengo un acta de nacimiento, una cédula de identidad, una licencia de conducir y un pasaporte que dicen “Venezuela” por todas partes. Pero si eso no queda en la misma Venezuela que se profesa chavista, entonces yo estoy perdido.
El problema con una frase como esa es que no da una dirección. No es como cuando la gente te dice: “No mi rey, usted está en el piso 8. Tiene que subir al piso 9 pero suba al 10 y baje porque el ascensor está malo”. Ahí yo sé como es la guarandinga. Pero si el Presidente no se lanza una de P. Sherman, Calle Wallaby 42, Sydney, si aquí no hay una Oficina del Ministerio del Poder Popular para la Gente Desubicada, entonces yo tengo que asumir que soy venezolano y quepo en este país a pesar de no ser chavista.
Espero que las palabras dichas por el Presidente se las lleve el viento. No solo porque nadie me puede decir cómo debo pensar, sino porque en verdad no tengo a donde ir. Mi familia llegó a Venezuela cuando los Aeroexpreso Ejecutivos se manejaban a lo Picapiedra. Me entiendo con la gente que dice “buenas” y me encanta vivir en un sitio donde solo uso suéter cuando Pacheco me sigue en Twitter. No tengo problemas con una Constitución Nacional que valora el pluralismo político y la democracia por igual. Si yo creo en todo eso, Presidente, ¿cuál es su problema con que yo me niegue a usar su apellido?
No quiero ser chavista, ni tampoco caprilista o norkisbatista. Yo solo quiero ser lo que dice mi cédula: “venezolano”. Y odiaría pensar que un día me digan que si no acepto las condiciones de un partido me tenga que largar de Venezuela. Me moriría tener que entregar mi cédula de identidad en una puerta de embarque y decir afuera que vengo de la Nada solo porque un Presidente decidió que yo no tengo nacionalidad. Lo que quiero es contar con un mandatario que diga “tú eres tan venezolano como yo”. Porque eso es lo que hacen los líderes modernos, incluyen por sobre todas las cosas a todo aquel que llame a una nación su país. Sin importar cómo piense.-

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