Gumárez, que no en vano llevaban el sobrenombre de Jijoelachingá, tuvo mucho cuidado de proporcionarles a los sicólogos únicamente alimentos que no tuvieran ni pisca de vitamina C. El caso es que murieron todos de escorbuto y las autoridades dijeron que había sido la fiebre de Ghana. De ganade comé, decía la gente del pueblo [VI: 91].
José Agustín
f: "el libro de los sarcasmos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario